La época de peligro alto de incendios en Castilla y León comenzará el 12 de junio con un operativo de más de 4.700 profesionales

El consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones ha presentado la campaña de riesgo alto del operativo de vigilancia, prevención y extinción de incendios forestales para 2023, en una reunión con los delegados territoriales de la Junta de Castilla y León en las nueve provincias, en el marco de una comisión de coordinación mantenida por el consejero de la Presidencia, Luis Miguel González Gago y el consejero Suárez-Quiñones, centrada fundamentalmente en la coordinación en materia de incendios forestales. La reunión tuvo como objeto analizar distintos aspectos para maximizar la coordinación del Operativo 2023 de vigilancia, prevención y extinción de incendios forestales en la Comunidad de Castilla y León durante la época de peligro alto, prevista inicialmente entre el 12 de junio y el 12 de octubre.

El operativo de lucha contra los incendios forestales 2023 estará integrado por 4.715 profesionales, compuesto por 303 ingenieros; 894 agentes medioambientales, celadores y otros; 1.469 trabajadores fijos discontinuos y otros; 516 trabajadores de cuadrillas helitransportadas; 1.285 trabajadores de cuadrillas de tratamientos selvícolas; 248 profesionales de tripulación de medios aéreos y retenes de maquinaria, 886 medios materiales terrestres y aéreos, con 10 centros de mando –nueve provinciales CPM y el autonómico CAM-, 271 puestos y cámaras de vigilancia, 325 autobombas y vehículos pick-up, 209 cuadrillas terrestres y helitransportadas y 37 retenes de maquinaria y bulldozer.

En cuanto a los medios aéreos, el dispositivo cuenta con 22 helicópteros y un avión de la Junta de Castilla y León, ubicados en las bases de Cebreros, Piedralaves y El Barco (Ávila), Medina de Pomar y Pradoluengo (Burgos), Cueto, Rabanal, Camposagrado y Sahechores (León), Villaeles (Palencia), El Bodón, El Maíllo y Guadramiro (Salamanca), Coca y Las Casillas (Segovia), Garray (Soria), Valladolid, Quintanilla y Rosinos (Valladolid), Villardeciervos y Villaralbo (Zamora), a los que se suman 5 helicópteros y otros 6 aviones de la Administración General del Estado estacionados en el territorio de Castilla y León, que totalizan 34 medios aéreos, más los que puedan movilizarse no estacionados en el territorio de la Comunidad.

La principal novedad que implementa el operativo de la campaña de 2023 ha sido un refuerzo importante de la capacidad del operativo durante todo el año, que ha incluido, fuera de la época de riesgo alto, más efectivos, guardias de agentes medioambientales y técnicos, refuerzo de los centros provinciales y autonómicos de mando, más helicópteros en servicios, nuevos vehículos autobombas y todoterreno para agentes medioambientales y técnicos, y otras mejoras estructurales y de medios, alcanzando los medios su máximo despliegue en la época de riesgo alto, que pasa de ser de tres meses mínimo a cuatro meses mínimo.

En la época de peligro alto se incluyen más efectivos, más personal en los centros de mando -que van a ver renovadas sus instalaciones en las provincias en que es necesario-, mejoras y ampliación del personal de dirección y coordinación de los incendios forestales con 40 nuevas plazas de técnicos de apoyo, la incorporación de analistas de planificación y comportamiento del fuego para los grandes incendios forestales y un nuevo servicio de ayuda a la organización de las radiocomunicaciones. Se incorporan también 28 nuevas plazas de Operador de Centro de Mando que con las existentes permitirán dar un servicio permanente 365 y 24 horas en estos centros.

El operativo contará con 5 nuevas cuadrillas nocturnas en Burgos, Palencia, Segovia, Soria y Valladolid, pasando de 11 a 16, y extiende el número de integrantes de cuadrillas a todo el año. Además, se ha ampliado la prestación de los retenes de maquinaria durante todo el año. Además, entran en funcionamiento, por primera vez, unas nuevas autobombas de doble cabina con una pickup auxiliar, que llevan la dotación de conductor y manguerista y también una cuadrilla, que se desplegarán en las provincias de Ávila, León, Salamanca y Zamora.

La Consejería ha puesto en marcha un programa general de formación que desarrollará el Centro para la Defensa contra el Fuego (CDF) con sede en León, con el fin de impulsar la faceta técnica orientada a la mejora del operativo, destacando el Área de estudios e investigación, para ampliar el conocimiento sobre el comportamiento del fuego y el estudio de materiales y equipos de extinción. Como complemento a la investigación, se ha diseñado una estrategia de comunicación y acercamiento al ciudadano, facilitando más información de cada incendio, para que tengan un mayor conocimiento de la problemática y de los daños que pueden ocasionar los incendios forestales.

El consejero ha avanzado que este verano la campaña puede ser complicada, puesto que «hay mucha sequía, a pesar de las lluvias de finales de mayo y junio, y los incendios pueden ser rápidos. Ha habido poca lluvia y la que ha caído ha sido superficial, por lo las expectativas no son favorables». No obstante, Suárez-Quiñones ha recordado que durante la última década, 2011-2020, los incendios se han reducido un 19% respecto a la anterior y señaló «que estamos en una mejora permanente y a que tenemos un operativo que se amplía cada año, con más medios técnicos y humanos, y con un incremento muy sustancial de capacidad en este año 2023». En lo que llevamos de año 2023, desde el 1 de enero al 31 de mayo, a pesar de ser un inicio de año complicado climatológicamente, se han producido 532 incendios forestales, sobre una media de 567 incendios en los últimos diez años, siendo el 81% de ellos conatos, menos de 1 hectárea-, sobre una media del 64% en los últimos diez años, gracias a la rápida actuación del operativo.

Quiñones ha insistido en pedir a la población que extreme las precauciones a fin de evitar imprudencias, ya que es esencial para evitar que los incendios forestales se produzcan, durante todo el año, pero especialmente en los difíciles meses de verano en los que el riesgo de incendios es mayor. «Las condiciones meteorológicas están ahí, no podemos evitarlas, pero sí podemos reducir el número de incendios, observando las normas establecidas y adoptando las debidas medidas preventivas y de seguridad», ha apuntado al tiempo que incidió en la importancia de «la colaboración de la población en la denuncia del que prende el monte, para que las fuerzas y cuerpos de seguridad puedan identificar, en su caso detener a los presuntos responsables para que sean puestos a disposición de la Justicia y caiga sobre ellos todo el peso de la Ley».