El alcalde de Valladolid recibía en la tarde de este martes la documentación solicitada por carta al secretario de Estado y al propio ministro de Transportes y Movilidad Sostenible sobre el estudio completo de soterramiento o integración que se presentó el pasado mes de febrero en el Consejo de Administración de la SVAV. Jesús Julio Carnero ha realizado una primera valoración al revisar dicha documentación y ha sacado dos conclusiones. La primera de ellas, es que los costes de realizar la integración o el soterramiento «no están ajustados», y a su juicio, las cifras entre ambos proyectos «no son tan distintas», y en segundo lugar, el regidor ha insistido en la necesidad de soterrar las vías del tren debido a la transformación de Valladolid en un nudo ferroviario neurálgico con más frecuencias y viajes de tren.
En primer lugar, el alcalde ha destacado que el estudio de valoración del Ministerio de Transportes cifra en 1.570 millones de euros el coste del soterramiento, que incluye más de 563 millones para la nueva estación de trenes soterrada. Sin embargo, en la opción de la integración en superficie, el coste de la estación es asumido íntegramente por ADIF, y no se incluye en el importe dado inicialmente de 300 millones de euros. En este sentido, Carnero ha detallado que «el señor ministro cuando presentó el estudio hablaba de un coste del soterramiento de 1.500 millones de euros, y en ese importe figuraba el coste de lo que supone hacer la nueva estación de trenes, que asciende a 500 millones de euros. En la integración se hablaba de 300 millones, pero no se contempla la realización de trenes porque la asume ADIF. Por tanto, la integración más la realización de la estación de trenes suponen más de 800 millones de euros, contra los 1.500 millones de euros».
En esta línea, Jesús Julio Carnero resaltaba que «lo mismo ocurre con el importe de la Avenida de Zamora, por tanto, los importes no están ajustados. Unos hablan de 1.500 millones para el soterramiento con la estación, pero en cambio en la integración no aparece el coste de la estación. Por tanto, la integración no vale 300 millones, al menos vale más que 800 millones de euros». En segundo lugar, el regidor ha reconocido que «entre más vamos conociendo, más preocupado estoy» ya que el Gobierno ha avanzado que Valladolid se convertirá en un «nudo ferroviario neurálgico» con más frecuencias y más viajes de tren, a lo que Carnero ahonda en «la necesidad de que tengamos soterrada la vía del tren porque las molestias van a ser mucho más de las que actualmente estamos padeciendo todos los vallisoletanos». Asimismo, desde el equipo de Gobierno han incidido que el Ministerio de Transportes incurre en «contradicciones» ya que más allá del coste, el argumento central contrario al soterramiento es el incremento estimado en el tráfico de trenes, basado en lo que llaman la «prognosis».
Jesús Julio Carnero se ha preguntado «¿Cómo se ha hecho en Zaragoza, que es el otro gran nudo ferroviario español, y ahí se soterra sin problema la vía del tren, y aquí se dice que no se puede porque la prognosis? Es decir, la previsión de viajes que va a haber en la estación o a su paso por la estación de trenes de Valladolid que va a ser inmensa». En conclusión, el alcalde de Valladolid considera que el Ministerio está utilizando parámetros «desequilibrados y distintos» para medir cuestiones iguales. «No hay equilibrio en la expresión de un modelo u otro. No es tan distinto lo que cuesta el soterramiento de lo que cuesta la integración. Claro que cuesta más el soterramiento, pero es que el beneficio social que tiene el soterramiento es incalculable y eso es lo que queremos los vallisoletanos, disfrutar del soterramiento de la vía del tren como se está haciendo en otras ciudades de España», remarcó el regidor vallisoletano.
«El soterramiento no solo se puede hacer sino que se debe hacer», se ha mostrado contundente el alcalde, al tiempo que ha señalado que al Ayuntamiento le queda todo el margen posible para seguir peleando por el soterramiento «porque es lo que quieren los vallisoletanos». Aunque, también ha incidido en que «ya sabemos que habiendo en el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, un ministro como Óscar Puente, el soterramiento parece a día de hoy difícil, pero lo que si es cierto es que nosotros vamos a seguir reivindicando en todo momento y por multitud de circunstancias que queremos modificar el convenio del año 2017 y en eso vamos a trabajar». Por último, el alcalde ha anunciado que reclamará de nuevo al Ministerio que complete la información del proyecto del soterramiento, ya que en la «nota técnica» remitida por José Antonio Santano no aparece la información y documentación «objetiva y completa» que el propio regidor solicitó en relación al motivo de la eliminación de los detalles de verificación de fecha y hora de las firmas electrónicas de los técnicos que suscriben el informe y anejos.
Según han expresado desde el Ayuntamiento de Valladolid, tampoco hay «respuesta completa» sobre a quién encargó el estudio a INECO, en qué fecha, con qué alcance, cuál ha sido su coste y cuánto tiempo han dedicado a su elaboración. «Tampoco existe un estudio hidrogeológico actual que haya servido de base, sino que se ha utilizado el redactado por la Sociedad Valladolid Alta Velocidad en 2009 ‘Estudio hidrogeológico previo a la intervención de Alta Velocidad en Valladolid complementario al documento de modificación Puntual del P.G.O.U. de Valladolid y ordenación detallada del ámbito’. En este documento se estudia la afección al acuífero del soterramiento planteado en el ‘Estudio Informativo del acondicionamiento de la Red Arterial Ferroviaria de Valladolid y su Integración Urbana’ de 2006″, concluyen desde el Gobierno municipal.
