La Resistencia, uno de los programas de mayor éxito de la televisión, puso los focos hace ya siete años en Marcos Martínez, más conocido como Grison, y a día de hoy se ha convertido en una estrella del programa junto a David Broncano. Se dio a conocer poco a poco con su característico humor, muy alocado y rebelde, con su guitarra y esos ruiditos raros. Pero Grison es uno de los maestros del beatbox, una disciplina que consiste en imitar y reproducir sonidos e instrumentos para crear un ritmo o canción. Tanto es así, que logró ganar el campeonato mundial del Boss LoopStation Contest. Actualmente, Grison llena los teatros de todo el país con su show de beatbox y humor, y el próximo sábado 16 de marzo hará parada en Valladolid, en el Teatro Cervantes.
El colaborador de La Resistencia traerá su humor a la capital vallisoletana, ya que como él mismo reconoce ya no controla y «cada día me come más el personaje». El nuevo show de Grison ‘Re- En Bucle’ mezcla humor y música con versiones de míticas canciones, desde el soul y el funk, hasta la música disco de nueva generación, originado solo con la ayuda de la voz y un aparato que graba y repite frases. Todo esto aliñado con un monólogo que sirve para generar un ambiente participativo y animado para un público que ante todo, no quedará indiferente. En Valladolid Plural hablamos con Grison en una divertida entrevista antes de su espectáculo para conocerle un poco más y saber lo que nos tiene preparado en unos días en nuestra ciudad.
Pregunta. Aunque ya es difícil que alguien no sepa quién es Grison de La Resistencia, ¿Cómo te presentas a ti mismo?
Respuesta. Soy un artista de variedades cuya misión en la vida es entretener al público y hacerles quitar las penas durante una hora y media, y además, hago ruiditos con la boca. Hago todo tipo de ruidos.
P. ¿Hay alguna diferencia detrás de las cámaras entre Grison y Marcos Martínez?
R. La verdad es que hay pocas diferencias entre Marcos Martínez, padre de familia, y Grison, el personaje del programa de La Resistencia. Cada día que pasa me come más el personaje. Me está comiendo completamente el personaje, esto ya es un reality show.
P. ¿Cómo llegó el beatbox a tu vida? ¿Es un talento innato?
R. El beatbox llegó a mi vida porque tuve un accidente esquiando y por el cual no pude tocar la guitarra durante unos seis meses. Ya de aquella me gustaba silbar y hacer cosas atípicas con la voz, y fue ahí cuando empecé a sumergirme en este mundo que es el de imitar instrumentos con la voz. Poco a poco empecé a meterme en batallas internacionales y conocer el mundo que hay dentro del beatbox.
P. ¿Cuál es el sonido que más te sorprende poder hacer con la boca?
R. Hoy por hoy el que más me sorprende es el último que me he sacado que es como el láser de la Guerra de las Galaxias y que yo mismo flipo con él.
P. ¿Y el más raro que te han pedido que hagas? ¿Hay alguno imposible de hacer?
R. ¡Buah! Me han pedido de todo. Desde un pedo vaginal hasta una espadaza. Los sonidos más difíciles que se me dan son la cuerda percutida, sonidos como de piano y teclado, porque son difíciles de hacer. También los sonidos metálicos como un golpe de metal o un vaso.
P. ¿Crees que al beatbox se le debía dar mayor visibilidad? ¿Y en concreto en las producciones musicales?
R. Creo que es un ámbito que todavía está poco desarrollado en este país. El utilizar la voz de manera atípica que no sea solo cantar creo que debería ser una disciplina igual que el que canta blues, rock o lírico. El tema del beatbox sí que debería de estar más presente en las producciones musicales o incluso se debería estudiar de manera reglada. Tendría que haber una escuela porque al final todos utilizamos más o menos las mismas técnicas de manera mundial. Todo el mundo llega a una técnica muy homogénea y todo eso debería estar metido en una escuela y más reglado.
P. El programa de La Resistencia fue tu ‘boom’, ¿Cómo ha cambiado tu vida?
R. La Resistencia ha cambiado mi vida en el sentido de que ahora lleno los shows a los que voy, la gente me escucha más y el público va entiendo el beatbox. Ya la gente no toma la disciplina del beatbox con comentarios como «qué está haciendo este con el micrófono» sino que cada vez hay más expectación y respeto en mis actuaciones. Por otro lado, el tema de la fama que es la lacra de esto. El tener que estar todo el rato con las fotos, la gente que te achicharra, pero al final esa es la parte mala aunque la parte buena siempre compensa. Es lo que hay.
P. ¿Cuándo te diste cuenta de que ya tenías tu propio público y fama?
R. La verdad es que no sabía que tenía mi propio público (ríe), pero sí, me he dado cuenta a medida que la gente va viniendo más a los shows, esa es mi empresa al final. El programa de La Resistencia es un escaparate pero mis espectáculos son mi marca. Cada vez viene más gente a verme y sale muy contenta, y eso a mí me alegra un montón.
P. Y Grison no solo es el personaje de la guitarra y los ruiditos, sino que también llena teatros por toda España. Tu próxima parada será Valladolid el 16 de marzo en el Teatro Cervantes, ¿Qué nos vamos a encontrar en tu espectáculo?
R. El show es una mezcla de clase de aerobic porque lo dejo todo físicamente, me dejo el pecho ahí. Además de los veinte años que llevo dándole al tema del beatbox, enseñar todo lo que sé, las mejores ideas. Es un espectáculo que se ha rodado mucho y viene fruto de la práctica, son cosas que ya me han funcionado en directo y se han quedado en el show. Todo esto mezclado con mucha improvisación con el público, voy sacando gente, cantamos juntos canciones y hacemos música. Cada espectáculo es diferente y todo es muy musical, como un pseudo karaoke humorístico improvisativo.
P. ¿Cómo defines tu show y humor?
R. Mi show lo defino como fruto de la práctica y el humor es básicamente lo mismo, humor de bar. Rápido, quizá no es el más elaborado ni el más inteligente, pero tiene un buen timming.
P. ¿Va a ser la primera vez que vas a actuar en Valladolid? ¿Y qué esperas de tu visita?
R. No, creo que va a ser la cuarta o quinta vez que voy a Valladolid. He estado con Jaime Caravaca a dúo en dos o tres ocasiones, con el espectáculo de Mayumaná Rumba estuvimos allí también una semana. Espero comerme unos caracoles y pasármelo bien en Valladolid con su gente.