El Real Valladolid va a cumplir este domingo un hito más en su prolija Historia. En San Sebastián se cumplirá el partido 1.600 en Primera División, una cifra redonda que solo once equipos más han alcanzado en el fútbol español, y que habla del peso del Pucela en el relato futbolero español, tiñendo de blanco y de violeta décadas de pasión, goles y emoción luciendo el nombre de la ciudad y de la provincia por decenas de campos de nuestro país.
El viaje castellano por la élite del balompié patrio arrancó un 12 de septiembre de 1948, muy cerquita del destino de este fin de semana. En Bilbao el equipo entrenado por Helenio Herrera debutó en Primera, con derrota, trazando los pasos iniciales de un camino vital que está siendo precioso. La siguiente parada relevante tuvo lugar, de nuevo, en Euskadi. A solo tres kilómetros del actual Reale Arena el Pucela jugó en el Campo de Atocha su partido 100, en la temporada 1951-52, demostrando que el proyecto se consolidaba en lo más alto.
Han pasado más de siete décadas desde entonces. Muchas alegrías, muchos sinsabores. Generaciones que han recitado de memoria alineaciones y alineaciones, en el Viejo y en el Nuevo Zorrilla. Que han vibrado, se han enamorado, han reído y llorado. Blanquivioletas que han nacido, otros aficionados que se han ido, y un Club, el Real Valladolid, que se ha ganado su espacio entre los mejores.
De hecho, la entidad castellana ocupa la decimotercera plaza en la clasificación histórica de Primera División, con 1.605 puntos, 238 por detrás del Deportivo de La Coruña y 86 por encima de Osasuna. Por número de partidos es el duodécimo equipo, y en este tiempo se ha anotado la friolera de 1.877 goles. Estadísticas que cobran aún más relevancia dadas las características demográficas de nuestra provincia ya que Valladolid ocupa el puesto 30 en cuanto a población en España, mientras que la capital es la decimotercera del país en número de ciudadanos censados.
Un sendero, el de la Historia, que a partir de las 18.30 horas de este 5 de febrero de 2023 pasará de lo abstracto a lo concreto cuando el balón ruede sobre el verde y el Pucela de Pacheta busque ganar tres puntos más, grano y a la vez montaña según cómo se amplíe el foco con el que se mire, para que el Real Valladolid continúe brillando entre los mejores.