Cuarta victoria del curso y al parón internacional. El Real Valladolid Baloncesto puso la guinda a un formidable primer ciclo de la competición con un triunfo de quilates, trabajado, merecido y que llegó tras un final estelar ante el Leyma Coruña de Diego Epifanio. Un 18-3 en los últimos cuatro minutos, decidió un triunfo en mayúsculas. Los blanquivioleta, tras este partido, llegan a las Ventanas FIBA con un sobresaliente balance de 4-2 y pleno en Pisuerga con un inmaculado tres de tres.
Ante un duro Leyma Coruña, eso sí, al Real Valladolid le costó entrar en el partido. Incómodo desde un inicio, dos triples de Filipovic pusieron en liza a los gallegos (4-8), aunque los locales encontraron sus interiores la mejor arma para sumar canastas. Primero Kevin Allen y después Kabasele y Kuiper, los blanquivioleta resistieron el arreón inicial sumando desde la pintura, con 8 de los 11 puntos anotados desde ahí (11-11).
En campo propio, no obstante, los rebotes ofensivos dieron vida al Leyma Coruña, que gozó de varias segundas oportunidades. De hecho, hasta cuatro rebotes ofensivos sumaron los de Diego Epifanio en el primer periodo, solo uno menos que defensivos. Pero, a pesar de ese hándicap, dos triples consecutivos de Belemene mantuvieron la igualdad al término del asalto inaugural (20-20).
Tras la primera de contacto, el Pucela Basket, cual alumno aplicado, tomó nota de lo que había que mejorar y volvió con otro aire a la cancha. Liderados por Belemene, formidable en defensa, los locales se afanaron atrás y secaron al cuadro coruñés. Cuatro minutos sin anotar de los visitantes permitieron un parcial de 7-0, culminado con un triple de Pantzar, que obligó a Diego Epifanio a pedir tiempo muerto (27-20). El primer golpe lo asestaban los de Pisuerga.
Pero la reacción foránea fue inmediata. Leyma Coruña se levantó con más ímpetu y llevó el encuentro a un plano más físico que metió en bonus a los vallisoletanos. Aunque la remontada solo fue parcial y volvieron a responder las ardillas. Aunque los herculinos redujeron a tres la diferencia (33-30), el tiempo muerto de Paco García volvió a dar alas al Real Valladolid Baloncesto. La arenga llegó justo a tiempo y, al descanso, con superioridad sobre el rival, los castellanos mandaban 37-32.
Cumpliendo con la hoja de ruta marcada por el técnico del Pisuerga, el Real Valladolid Baloncesto, al descanso, sumaba más rebotes (21-19) y menos pérdidas del rival. Además, y como viene siendo habitual, prácticamente todos los jugadores habían anotado y ratificaban la labor coral y de equipo que estaban realizado los pupilos de Paco García. Pero tocaba refrendar el trabajo en la segunda mitad.
Sin brillantez en ataque, los vallisoletanos regresaron de vestuarios sin fluidez y alegría adelante, pero compensaron manteniendo el listón atrás. Leyma Coruña igualó las tornas y el Pucela Basket, frío, encadenó cinco minutos sin anotar (37-37). Un triple de Greg Gantt desatascó al equipo y enderezó el rumbo, contra un conjunto, el herculino, ya en bonus. A pesar de no haber sumado canastas, los de Paco García habían cargado a los visitantes, forzando incluso la cuarta personal de Nwogbo.
Ahora sí, desquitados, los castellanos se quitaron las ataduras y comenzaron a frenar los ataques rivales para correr al contraataque. Un nuevo triple de Jordy Kuiper y los puntos de Melwin Pantzar desde la línea de personal trataron de abrir brecha (47-39), pero los de Diego Epifanio se aferraron al partido con todo (0-8 de parcial) y llegaron al último asalto empatando la contienda (47-47).
De menos a más, los visitantes llegaban con inercia positiva al cuarto decisivo y se hicieron con máxima a su favor a las primeras de cambio. Eran tan solo cinco puntos, pero los de Diego Epifanio llevaban muchos minutos a remolque y, finalmente, se vieron por delante. Se invertían los papeles y a los pucelanos les tocaba hacer gala de fortaleza mental con solo cinco minutos por disputarse (55-61).
Y vaya si lo hizo. Mike Torres se vistió de héroe con un ‘tres más uno’ de escándalo que enfervoreció a Pisuerga. El base certificó una jugada de cuatro puntos y recuperó el balón en la posesión siguiente, en la cual Kevin Allen devolvió la igualada y puso por delante a los pucelanos en la siguiente. 63-61 a falta de tres minutos y tiempo muerto de los coruñeses. El partido, en un puño; Pisuerga, llevando en volandas a los suyos.
Faltaba lo mejor en el feudo blanquivioleta. El Real Valladolid Baloncesto se desató y comenzó a encadenar defensa tras defensa, anotando en las posesiones vitales y cerrando un triunfo sobresaliente, fantástico o cualquier calificativo similar y aplicable. Desde el tiempo muerto, el parcial fue de 18-3 ante todo un Leyma Coruña para poner la cuarta victoria del curso, la tercera en casa y llegar al parón con un estelar 4-2.