Donde hay vida, hay esperanza. Tras el sobresaliente triunfo del Real Valladolid Baloncesto contra el Cáceres Patrimonio de la Humanidad, con basketaverage incluido, en la última jornada de la fase regular habrá opciones de playoffs. El sexto triunfo consecutivo y octavo en nueve partidos llegó en un Pisuerga diferencial con 4000 gargantas alentando a un Pucela Basket pletórico en la recta final de la campaña.
El encuentro, el último de la fase regular en Pisuerga, sirvió también como carta de presentación de las categorías inferiores del Pucela Basket, así como de escenario idóneo para homenajear al filial, el Clínica Sur-Aspasia Real Valladolid Baloncesto, y a la generación del 2004, que termina en el IVECO Junior A su etapa de formación en el Club.
Después de recibir sendos y merecidos reconocimientos, Real Valladolid Baloncesto y Cáceres Patrimonio de la Humanidad abrieron el partido con mucho ritmo e intensidad. Ya lo avisó Paco García en la previa: “La gente tiene ganas de baloncesto”. Y vaya si lo demostró. Sus guerreros también tenían ganas y quedó patente desde el inicio. Ese exceso de ímpetu se tradujo en cuatro faltas personales y bonus con tan solo dos minutos disputados, pero los vallisoletanos canalizaron esas sanciones en una reacción imperial.
Tras un breve intercambio de golpes (4-5), dos triples de los locales de Geks y Kuiper iniciaron un parcial que acabó siendo de 12-2 (16-7), ante el cual Roberto Blanco tuvo que parar el partido. Pero el tiempo muerto verdinegro no sirvió de nada. El Pucela Basket, alentado por cerca de 4000 fieles y las ardillas de las categorías inferiores, continuó castigando al son de Pippen y Gilbert. Los 10 puntos del americano y ocho del alero croata sirvieron para anotarse el acto inaugural por un contundente 27-15.
El Real Valladolid Baloncesto, a pesar de las faltas, estaba en su salsa. Aunque Cáceres Patrimonio de la Humanidad dilapidó parte de la renta (30-24), los castellanos mantuvieron el tipo. El cuadro extremeño subió el nivel de contactos y trató de llevarse la contienda al barro, a un escenario más propicio, pero Pisuerga respondió desde la grada. La pitada del público ante la enésima falta en ataque contraria a los vallisoletanos levantó a los suyos, quienes volaron hasta el 50-34 que indicaba el marcador al descanso. Seis minutos de festín blanquivioleta para encarrilar el partido.
Antes de presentar ante la afición a todos equipos de la base blanquivioleta, el Pucela Basket estaba bordando su juego y así lo ratificaban los números. El 6/9 en triples plasmaba la eficacia y la confianza, las 12 asistencias repartidas explicaban la solidaridad del equipo y las 11 pérdidas forzadas al Cáceres Patrimonio de la Humanidad, la agresividad defensiva. El cóctel perfecto para manejar rentas próximas a los 15 puntos.
Aunque aún quedaba tela, mucha tela por cortar. Los 13 puntos de Dominic Gilbert le convertían en el máximo anotador hasta el momento y el balcánico regresó tal y como dejó las cosas: anotando. De hecho, al término del tercer acto ya acumulaba 21 tantos y 25 de valoración para comandar la victoria momentánea de los locales (69-56). Un triple de Melwin Pantzar servía para cerrar un periodo en el que los verdinegros trataron de dar un paso adelante, pero que fue impedido por el bando blanquivioleta. La peor noticia, sin embargo, fue la lesión del foráneo Mateo Díaz, que se retiró lesionado.
Trataron los de Roberto Blanco de agarrarse al partido y trataron de imponerse en la pintura. La sangría de faltas continuó minando al cuadro vallisoletano y la cuarta falta personal de Pippen, posteriormente expulsado, y la quinta de Kuiper, dejó a los locales en cuadro. Pero la renta se mantuvo segura en todo momento. Manejando ventajas cercanas a los quince puntos, hasta Sergio de la Fuente acabó en el banco con cinco faltas personales y solo Tafari sobrevivió a la criba, pero a su vez lo hizo con solvencia el Real Valladolid Baloncesto. El triunfo llegó por 92-75 ante un Pisuerga enfervorecido y que despidió a los suyos con gritos de «Sí se puede». Donde hay vida, hay esperanza.
El viernes 20 de mayo, a las 21.00 horas, el Real Valladolid Baloncesto visitará al Palmer Alma Mediterránea Palma ya descendido para dirimir la trigesimocuarta y última jornada de la LEB Oro.