Lógica y contundente derrota del Real Valladolid Baloncesto en la cancha del Leyma Coruña. Los vallisoletanos cedieron en la casa del líder, pero dando la cara a pesar de las bajas y los problemas físicos de las últimas semanas. Sin bajar los brazos y compitiendo, el cuadro de Paco García completó una buena primera mitad y partido en líneas generales, sujetando la anotación de los herculinos y manteniendo el choque con un tanteo bajo, aunque volvieron a sumar una nueva incidencia médica después de que Ziggy, al minuto de juego, recibiese un golpe en el hombro y se retirase al banquillo para no volver de nuevo a la pista. Leyma Coruña y RVB, así, abrieron la contienda con un ritmo frenético, aunque sin acierto, y malas noticias para el Pucela a las primeras de cambio.
Con un tanteo bajo y alternativas, el RVB cumplió a la perfección con el guion durante cerca de siete minutos (10-11), pero las ardillas perdieron el orden en los últimos tres y Leyma Coruña golpeó. Un parcial de 8-0 disparó la ventaja y la anotación para que los de Diego Epifanio se apuntasen el primer asalto. Llegaba la primera dificultad del choque y los de Paco García la atajaron a la perfección. El RVB impidió que los herculinos abrieran brecha con una gran salida en el segundo acto. Lucas N’Guessan se agigantó bajo el aro y sumó cinco puntos seguidos para los visitantes, cuya manija ahora llevaba Jaan Puidet, repartiendo minutos y la responsabilidad de la dirección pucelana. Era un buen día para probaturas, para tratar de confundir al Leyma Coruña y el técnico vallisoletano optó porque Nwogbo y N’Guessan compartieran cancha, amén de plantar una defensa zonal que colapsó a los gallegos durante varias posesiones.
El mejor ataque de la competición lo es por algo y en un visto y no visto, tras varias pérdidas y después de abrir la lata en el triple, el conjunto local se volvió a escapar poniendo el 30-23. Cogiendo velocidad conforme avanzaba el choque, los de Riazor subieron revoluciones y alcanzaron el descanso con 13 tantos de ventaja a pesar del tanteo tan bajo. Sin puntería en el triple para ambos conjuntos, costaba sumar y anotar en los dos lados de la cancha, pero en esa faceta precisamente destacan los locales y pasito a pasito fueron distanciándose. El RVB regresó sin acierto, sufriendo ante el nivel físico de los coruñeses y éstos, dispuestos a romper el partido cuanto antes, mostraron una marcha más. También sustentados en la lógica de contar con más efectivos, gasolina y energía que sirvió para poner tierra de por medio paulatinamente. Rondando ventajas cercanas a los 15 puntos, los visitantes se fueron animando ofensivamente, pero dejándose muchos tiros libres por el camino, aunque siempre a remolque y sufriendo para mantener el pulso que proponían los de Diego Epifanio.
Éste, a falta de 10 minutos por disputarse, tenía mucho color naranja. Con buena actitud y sin bajar los brazos, una nueva serie de canastas consecutivas de Lucas N’Guessan mantuvo relativamente cerca a los castellanos, aunque la bandera blanca empezaba a vislumbrarse en ambos banquillos. Ni Leyma Coruña hizo sangre ni el RVB se desfondó para tratar de obrar una machada épica, aceptando de buen grado un intercambio de canastas que mantuvo intacta la renta herculina (70-50). Un buen estirón final y triple casi sobre la bocina de Juan García-Abril cerró el encuentro por 80-66 y puso fin a una lógica pero competida derrota de las ardillas en la cancha del líder. El Real Valladolid Baloncesto encara ya las últimas cuatro jornadas ligueras y en su próximo compromiso recibirá al Grupo Ureta Tizona Burgos en Pisuerga.