La primera reunión entre las primeras fuerzas políticas de Castilla y León tras las elecciones del 13-F ha fracaso sin un acuerdo y sin opciones. El candidato del Partido Popular a la Presidencia de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, ha comenzado la ronda de contactos para intentar formar un Gobierno, con el candidato socialista, Luis Tudanca, siendo una reunión muy esperada ante el conocido «cordón sanitario» que plantea el PSOE para evitar la entrada de la extrema derecha en el Gobierno autonómico tras un pacto con los populares.
El encuentro entre ambos candidatos ha terminado en apenas 15 minutos, tal y como cuenta el propio Luis Tudanca en una rueda de prensa posterior, después de que los miembros del Partido Popular presentes en la reunión «se levantaran de la misma después de escuchar la palabra corrupción», según relata el socialista. Además, Mañueco ya avanzó previamente a los socialistas que «si mencionaban la palabra corrupción se levantarían de la mesa y así ha sido», indica el secretario del PSOE de Castilla y León.
En la comparecencia de Tudanca tras la reunión exprés confiesa que «salgo del encuentro con el PP absolutamente estupefacto». «Mañueco tras levantarse de la mesa ya dice mucho de cuál es el compromiso que tiene con esta tierra y su estabilidad», manifiesta. Ambos líderes de las formaciones más votadas en las recientes elecciones autonómicas no han limado asperezas ya que el PSOE ha insistido en la situación de «corrupción y espionaje» que atraviesa la dirección nacional del Partido Popular, y que según Luis Tudanca «Mañueco está más preocupado en la guerra interna del PP que en gobernar Castilla y León». Mientras que el PP «propone un acuerdo basado exclusivamente en hacer oposición al Gobierno de España una vez más» explican los socialistas.
El Partido Popular también ha mostrado su «insatisfacción» tras la reunión ya que los populares explican que «queremos hablar de Castilla y León y ellos solamente de lo que le interesa a Pedro Sánchez».
Una vez más, el PSOE revela que «estamos dispuesto a hablar de la gobernabilidad de Castilla y León», a través de un cordón sanitario a la extrema derecha. Ante esta situación, Tudanca confirma que «el PP no está dispuesto a renunciar a pactar con Vox» y Mañueco «no descarta meter a Vox en el gobierno y pactar la mesa de las Cortes de Castilla y León».
Finalmente, continúa el escenario complicado en el ámbito político para la gobernabilidad de Castilla y León, sin un acuerdo aparente e inmediato entre las fuerzas políticas que han conseguido mayor representación. «Mañueco solo quiere hablar de cómo seguir en el poder a cualquier precio. Que no cuenten con el PSOE», concluyen los socialistas. El Partido Popular continuará con la ronda de reuniones para intentar un Gobierno en Castilla y León en orden decreciente, y el siguiente turno será el de Vox, como tercera formación más votada, «seguimos abiertos al diálogo con el resto de fuerzas políticas», indican los populares.
