El nuevo delegado del Gobierno apela al «diálogo institucional» y será reivindicativo para solucionar las «carencias» de Castilla y León

El nuevo delegado del Gobierno en Castilla y León, Nicanor Sen, ha tomado posesión este lunes 18 de diciembre de su cargo poniendo encima de la mesa su firme de compromiso de trabajar «incansablemente» para dar soluciones a las graves carencias que sufren diferentes territorios de la Comunidad. Para ello, ha apelado al diálogo y a la colaboración institucional para mejorar la vida de los ciudadanos «donde sólo tiene cabida la colaboración, la lealtad a las normas y la diversidad de opiniones». «La vida municipal de nuestra tierra no entiende de ideales porque se sustenta en una política de necesidades, de unión de y fuerza. Un país, una comunidad, una provincial o el pueblo más pequeño solo saldrán adelante con una sociedad colaborativa de trabajo mutuo. Jamás el conflicto o el enfrentamiento unieron a nadie. Todos sin excepción debemos trabajar para que prevalezca la razón, el respeto y la convivencia», remarcó.

El acto celebrado esta mañana en Valladolid ha contado con la presencia del ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, así como la exdelegada gubernamental, Virginia Barcones. Durante su intervención, Sen hizo un guiño a sus orígenes, marcados por el negro carbón de la tierra minera que le vio nacer y que le inculcó que «cada día es una lucha, en la que el compañerismo y la lealtad son valores con mayúsculas», y que ha abanderado durante sus 20 años como alcalde de su municipio natal. Una labor que quiso reivindicar en su nueva etapa como delegado del Gobierno en Castilla y León, «la tierra del municipalismo puro», con cientos de ayuntamientos y miles de pueblos que por su magna extensión y sus condicionantes, se convierten en retos diarios para los cargos públicos, «que nos obliga a dar lo mejor de nosotros mismos para posibilitar una mejor calidad de vida de nuestros ciudadanos».

Una nueva etapa que Nicanor Sen inicia consciente de que la despoblación es el mayor desafío al que debe hacer frente, partiendo del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que está llamado a cambiar el tejido económico, productivo y social de Castilla y León como una oportunidad para frenar la sangría poblacional y establecer las bases de una sociedad de futuro. Una sociedad en la que remarcó que no tiene encaje ninguna violencia ni acto de desigualdad que discrimine a la mitad de la población por una cuestión de sexo. De ahí su compromiso por trabajar «incansablemente» para erradicar la violencia de género. El tercer gran desafío, continuó, será la ciberdelincuencia, que obliga a seguir trabajando para que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad se adapten a las nuevas formas de delinquir en un espacio cada vez más «sofisticado y universal».

En este punto, quiso hacer un especial agradecimiento a los más de 10.000 efectivos de los Cuerpos y Fuerzas de la Seguridad del Estado por su «encomiable entrega y profesional» que han permitido que Castilla y León cuente con una de las tasas de criminalidad más baja del país. Junto a ellos, los más de 9.000 trabajadores del Ministerio de Defensa que sirven a los castellanos y leoneses desde una institución en la que el componente humanitario se ha ido reforzando con la creación en el año 2005 a cargo del expresidente leonés José Luis Rodríguez Zapatero de la Unidad Militar de Emergencias, «hoy un referente mundial». Por último, el nuevo delegado del Gobierno reiteró su máxima disposición a mantener abiertas de par en par las puertas de la Delegación del Gobierno, así como los canales de diálogo y puntos de encuentro, colaboración, esfuerzo y dedicación a favor de Castilla y León, «una tierra que amo».