El Lope de Vega se transformará en un teatro moderno que «mire al futuro» con tres salas polivalentes para todo tipo de actos y eventos

La transformación del Teatro Lope de Vega supondrá un importante reto y resurgimiento en pleno centro de Valladolid. Uno de los espacios teatrales más emblemáticos de la ciudad, y actualmente en desuso, se someterá a una gran rehabilitación valorada en más de 14 millones de euros para convertir el Lope de Vega en un nuevo edificio «polivalente, moderno y adaptable a cualquier tipo de acto, espectáculo o uso». Así lo ha explicado este jueves 4 de abril el concejal de Urbanismo y Vivienda, José Ignacio Zarandona, junto a los arquitectos del proyecto Ignacio García y Óscar Ares, quienes han detallado el diseño y proceso de lavado de cara que experimentará este espacio patrimonial de la capital vallisoletana. El mal estado del interior del edificio obligó al actual equipo de Gobierno a redactar un nuevo proyecto que ha pasado de los 7,7 millones cifrados por el Gobierno de Óscar Puente al doble, dado que el anterior Gobierno municipal «no contaba con un correcto estudio técnico ni tampoco con una previsión adecuada de gastos tanto de materiales como de intervenciones».

Se trata de un proyecto con el que se busca «no mirar hacia atrás sino mirar hacia el futuro» y que ha pasado por «muchos momentos, vicisitudes de todo tipo y ha habido que asumir algunas opciones complicadas, con el aumento del sobrecoste de la intervención«, ha señalado Zarandona durante su intervención. El edil de Urbanismo del Ayuntamiento ha explicado que los trabajos supondrán un «esfuerzo importante» en estos próximos años para la ciudad, y ha fijado la duración de los mismo en 27 meses, al tiempo que ha reconocido que las labores de rehabilitación del Teatro Lope de Vega son «apropiadas» y «bien empleadas». «Se trata de recuperar un patrimonio que se remonta al año 1861, que fue modificado en el año 1920, hace ya más de 100 años con la remodelación de la fachada que es la que hoy se contempla desde el exterior», reconocía Zarandona. El Lope de Vega lleva ya más de 20 años cerrado precisamente por el estado de conservación complejo y complicado hasta para la seguridad del edificio «y en estos momentos, la situación empeora sensiblemente«.

El proyecto que se va a acometer tiene verdaderamente un aspecto polivalente que se le va a dotar de un uso al edificio que pueda ser adaptable a cualquier tipo de requerimiento, para conseguir su puesta de nuevo en valor. «Es una operación similar, salvando las distancias, a cuando se inauguró el Teatro Calderón en 1864 con una gran reforma que se hizo en el año 1999″, expresó el concejal vallisoletano. «Hagamos un proyecto a la altura de la época en la que vivimos y siempre adelantándonos a lo que entendemos que va a ser necesario en las futuras décadas. No vamos a quedarnos cortos, se trata de hacer un edificio inteligente y de un nivel tecnológico que evidentemente responda a esa polivalencia para que pueda albergar cualquier tipo de espectáculo o tener otros usos que se puedan demandar. Es un verdadero reto para la ciudad de Valladolid volver a contar con un espacio como el Lope de Vega», expresó.

Con la rehabilitación, el Teatro Lope de Vega va a contar con tres espacios o salas polivalentes para acoger diferentes funciones teatrales o conferencias, y estarán adaptadas de una flexibilidad para realizar actos simultáneos. «El edificio puede tener un futuro y una garantía de utilidad al situarse en el centro de Valladolid al alcance de todo el mundo», señalaron los arquitectos. El equipo de expertos tras realizar un estudio exhaustivo del estado del edificio Lope de Vega llegaron a la conclusión que el interior estaba «bastante complejo» y han contado a modo de anécdota que «cuando se encontraban realizando el levantamiento del interior del edificio tuvieron que salir corriendo porque se estaba cayendo una de las vigas. Estamos hablando de un edificio que tiene muchos problemas«, y por ello deberán tomar diferentes estrategias de rehabilitación para conseguir que el teatro sea un espacio polivalente.

Un aspecto importante a destacar es que el Lope de Vega conserva su sala principal gracias a una rehabilitación de la cubierta que se realizó a unos años, «pero el problema está en el resto del edificio». Esta situación obliga a que la intervención tenga que ser más ambiciosa que la pronosticaban los técnicos inicialmente. «Lo que nosotros queremos proponer para la ciudad es un teatro moderno y que se adapte, pero que al mismo tiempo guarde las esencias principales de lo que es la existencia del teatro, que es la gran sala principal», expresó Óscar Ares. Los trabajos que se van a realizar en los próximos años destacan la restauración de la sala principal con la sustitución de las butacas, la construcción de una nueva solera estructural, un nuevo pavimento y una nueva torres escénica. La «joya» del Teatro Lope de Vega mantendrá su forma de herradura y se reducirá su capacidad para incorporar las exigencias de accesibilidad, visibilidad y nuevas tecnologías.

De esta manera, la Sala Principal contará con 501 butacas, de las cuales 292 estarán en la platea, 121 en los palcos y 88 en los balcones. Precisamente, una de las novedades será que las nuevas butacas contarán con un sistema de raíles que permitirá su retirada y almacenamiento para que la sala se convierta en un espacio diáfano para otro tipo de actos e incluso elevar su capacidad hasta las 700 personas. También se va a rehabilitar el espacio de acceso al teatro con gran luminosidad, se ejecutará un nuevo espacio en el primer piso con una grada retráctil para conciertos o proyecciones para unos 30 espectadores. Asimismo, se creará otro espacio en el lateral de la calle Veinte de Febrero donde se situaba anteriormente una cafetería, y más tarde, despachos y oficinas, para una sala polivalente que llevará el nombre de ’20 de febrero’ y se podrá adaptar para acoger celebraciones, talleres o conferencias para una capacidad de 300 personas.