El alcalde, Óscar Puente, y el concejal de Movilidad y Espacio Urbano, Luis Vélez, han comprobado el resultado de las actuaciones realizadas en el entorno del Teatro Calderón, como la reforma de los pavimentos de un tramo de la calle Angustias, la obra integral de la calle Leopoldo Cano y su prolongación hasta la Plaza de los Arces. La inversión realizada por el Ayuntamiento en estas vías, que concluyó el pasado mes de octubre, alcanza los 262.000 euros.
En la calle Angustias se ha acometido la reconstrucción del pavimento de adoquín granítico de la calzada existente entre los frentes del Teatro Calderón y la Iglesia de las Angustias. Su estado resultaba ya irrecuperable tras sufrir continuas cesiones y reparaciones en las zonas de rodadura de los vehículos. Además, por su excesiva rugosidad y formato demasiado tosco, generaba problemas de accesibilidad en los pasos de peatones y continuas quejas de ciclistas y motociclistas.
Para solucionarlo se ha reconstruido completamente el paquete de firme, rehaciendo la base de hormigón y colocando sobre ésta un nuevo pavimento de adoquín de granito con un acabado apto para el uso peatonal y rodado por todo tipo de vehículos, lo que asimismo ha supuesto una notable disminución del nivel sonoro que genera el tráfico. Para evitar el continuo movimiento de los adoquines en las zonas de giro, se ha eliminado este pavimento en la intersección con la calle Echegaray sustituyéndose por aglomerado en caliente, manteniendo el tratamiento con granito en el frente de los dos monumentos citados. Se ha intervenido sobre una longitud total de 140 metros lineales y una superficie de 1.112 metros cuadrados con una inversión de 116.000 euros.
En la calle Leopoldo Cano, la reforma ha sido mucho más profunda. El tramo comprendido entre las calles Angustias y Felipe II ha precisado en primer lugar la renovación de la red de abastecimiento de agua potable, dada su obsolescencia. Seguidamente se ha procedido al ensanche de las aceras, principalmente en el tramo entre calle San Juan de Dios y calle Felipe II donde por su estrechez y excesiva pendiente transversal en los vados resultaban inaccesibles para las personas con movilidad reducida. Esto ha supuesto la supresión de tres plazas de aparcamiento y el desplazamiento de la carga y descarga a la citada calle Felipe II. Por último, se ha renovado al completo el firme de la calzada, con base de hormigón y pavimento de aglomerado en caliente.
En el tramo de la calle Leopoldo Cano comprendido entre calle Felipe II y calle San Antonio de Padua, que incluye el trazado por la Plaza de los Arces, se ha realizado la peatonalización completa para su integración en el entorno peatonal de dicha plaza. Además de un tramo de la acera que ha sido preciso renovar, la actuación principal ha consistido en la elevación del pavimento hasta formar plataforma única, tanto en el tramo más estrecho de la calle como en la propia plaza. Se ha pavimentado con adoquines de granito similares a los utilizados en la calle Angustias, acorde asimismo con los pavimentos de dicho entorno.