El Balonmano Atlético Valladolid ha vuelto a tener en Huesca por segunda temporada consecutiva a su pista talismán, consiguiendo inaugurar su casillero de triunfos en la primera salida de la presente Liga Plenitude ASOBAL. Mérito de unos gladiadores azules que han puntuado en una cancha muy complicada gracias a su intensidad defensiva, la aportación de las rotaciones y una elevada efectividad sobre todo en el juego en transición.
Los gladiadores azules sacaron partido en los inicios de la buena respuesta de César Pérez en portería, las recuperaciones ofensivas y los contraataques de los extremos D´Antino y Camino, 1-4 al minuto 6, obligando al primer tiempo muerto del técnico oscense José Nolasco. Por si fuera poco, la lesión de Carlos Pérez mermaba al cuadro aragonés, que añadían un integrante más a su enfermería y le impedía poder utilizar extremos zurdos debido a la ausencia de Carmona.
Con Dija Cruz en cancha Huesca trataba de hacerse con control del juego, pero el Atlético Valladolid no cedía y la salida a pista de Freitas y Pisonero le daba aún más velocidad al ataque visitante. Las rotaciones vallisoletanas se sucedían con minutos para Miguel Martínez en el extremo derecho. Bada Huesca buscaba opciones ofensivas para su primera línea lo que les permitía acercarse en el marcador. Además Terçariol bajo palos y la defensa oscense parecía elevar su tono, pero no aprovechaba las superioridades y los castellano se iban con un +6, que fueron 5 al descanso 9-14, y un gol de D´Antino sobre la bocina que no subió al marcador al entrar fuera de tiempo.
En el reinicio, la solidez defensiva de los pucelanos siguió siendo patente con buena actuación colectiva y hombres importantes en el centro como Pedro Martínez, Rosell, Dmitrievski o Toledo. También en ataque la buena dirección de Afonso Lima se hizo notar y aprovechando las recuperaciones, los castellanos tomaron una renta de ocho, con el 14-22 al minuto 40. Con Arguillas por Terçariol en portería los aragoneses trataban de quemar sus últimas naves, pero la seguridad de Nicolo D’Antino desde los 7 metros hacía que los visitantes no sufrieran. Por si fuera poco, el cuadro pucelano seguía funcionando atrás y era demoledor en transición logrando alcanzar los diez goles de renta en el minuto 49 con tanto de Miguel Martínez.
Con el choque prácticamente sentenciado, el Bada Huesca tiró de orgullo en los diez minutos finales y trató de reducir la diferencia con defensas abiertas y el brazo de Floris en ataque. El Balonmano Atlético Valladolid estuvo 7 minutos sin anotar y los oscenses se pusieron a cinco, pero no pudieron ir más allá y el conjunto vallisoletano con Dimitrioski muy seguro desde el extremo no dio opciones a la remontada y se apuntó un triunfo muy importante para estrenarse en la Liga Plenitude ASOBAL 23-24.
