Educación, formación y convivencia: prioridades para la intervención social en las barriadas vulnerables de la zona este de Valladolid

La Junta de Gobierno Local ha adjudicado el contrato del proyecto de lucha contra la exclusión social en barriadas vulnerables de la Zona de Acción Social Este de Valladolid por una cuantía de 930.960 euros, para un período de dos años, a la UTE formada por Senior Servicios Integrales, S.A. y la Asociación Pajarillos Educa. En el pasado contrato, que se licitó en 2021, se destinaron 370.166 euros, mientras que el contrato aprobado hoy asciende a 465.480 euros anuales, lo que supone un incremento de un 25,74%. El proyecto de intervención integral de lucha contra la exclusión social se extenderá a las barriadas de Aramburu, Las Viudas, zonas colindantes de las calles Caamaño y Hornija, la barriada Polígono del 29 de Octubre, de Pajarillos Bajos, así como las calles colindantes con las mismas características sociodemográficas y económicas que las de las personas que residen en él, y la calle Flor del barrio de Pajarillos Altos.

Todo ello se desarrollará a partir de tres líneas estratégicas de educación y formación; inclusión social, participación, convivencia y promoción ciudadana. La educación formal en todos los niveles y la formación y orientación profesionales futuras son la herramienta fundamental de cambio para luchar de forma efectiva contra la pobreza infantil y juvenil. Problemas endémicos de estas zonas como el absentismo escolar o el fracaso y el abandono temprano de la educación han de marcar los objetivos prioritarios de cualquier proyecto de cambio que se plantee. Si queremos un futuro sostenible hay que favorecer normalización educativa del alumnado más vulnerable, apostando por el éxito escolar y la promoción educativa.

Por otro lado, los objetivos de cambio se centrarán en la familia o la persona concreta, con un modelo de intervención de caso y con la metodología de atención centrada en la persona, y por tanto, vinculando la intervención a proyectos individuales de mejora relacionados sobre todo con el acceso al empleo y la formación prelaboral. La inclusión, no obstante, se abordará también desde los distintos ámbitos, alguno más individual y otros más genéricos, que inciden de forma directa en las posibilidades de integración y promoción de la persona, el acceso a recursos y servicios, la vivienda, la salud, el ocio. Asimismo, el éxito de cualquier proyecto de cambio importante que se pretenda implementar en zonas como estas con un alto grado de deterioro físicourbanístico, estructural, de convivencia, pasa por la implicación de la población de las mismas en el proyecto.

Para llevar a cabo el mismo, se plantea el incremento en la dotación de personal. Por un lado, se pasa de media jornada a jornada completa a dos profesionales que se dedican a la educación no formal, educación de calle, y contacto directo con la ciudadanía, especialmente de etnia gitana y población inmigrante; y por otro, se incrementa la dotación de integradores sociales, exigiendo en el contrato dos personas más que puedan desarrollan un trabajo más intensivo en el 29 de Octubre. En total, desarrollará el proyecto un equipo multiprofesional con un total de 12 profesionales de la intervención social como educadores sociales, integradores sociales y educadores de calle.