La historia entre el Real Valladolid y el Villarreal B es corta, aunque muy positiva para los blanquivioleta en los duelos disputados en Zorrilla. El de este domingo, a partir de las 18.30 horas, será el tercero entre ambos, que siempre que han coincidido lo han hecho en Segunda División. Curiosamente, el primer precedente, correspondiente al curso 2010/11, fue en la jornada inaugural. Con Antonio Gómez en el banquillo, el Pucela allanó su camino a los seis minutos con un gol de Javi Guerra y aunque su rival jugó con diez casi toda la segunda mitad por la expulsión de Hernán Pérez, no sentenció hasta la recta final con los tantos de Calle y Pedro López para colocar el definitivo 3-0.
En la campaña siguiente, la 2011/12, el Real Valladolid de Djukić acabó logrando el ascenso. Aquel partido en Zorrilla se disputó en la jornada 14, fecha en la que el mítico Manucho firmó un doblete con un gol en el 14′ y otro en el 75′. Ya en los instantes finales, un tanto de Jesús Rueda en propia puerta colocó el 2-1. Ahora, ambos volverán a verse las caras más de diez temporadas después y en la penúltima jornada del campeonato. El Estadio José Zorrilla vivirá esta jornada un duelo de necesidades. El Real Valladolid quiere los tres puntos con la aspiración de seguir establecido en la zona privilegiada, y quien sabe si acabar ascendiendo mañana mismo, mientras que el Villarreal B apura sus opciones de permanencia y todo lo que no sea ganar supondría volver a Primera RFEF.
Duelo de contrastes no solo en los puntos sino, sobre todo, en el rendimiento defensivo ya que los de Castellón son el conjunto que más goles encaja del campeonato mientras que la del Pucela es la segunda mejor defensa, ambas a prueba este domingo. El cara a cara entre ambos conjuntos arroja las diferencias que ha traído a ambos hasta esta jornada 41 en LaLiga Hypermotion. Por un lado los blanquivioleta, segundos con 69 puntos, 20 victorias y nueve empates en 40 partidos, el mejor local de la categoría ya que en Zorrilla se han sumado 44 de 60 puntos en juego. Por otro, el filial del Villarreal, colistas con 40 puntos, a cinco de la salvación, y el equipo que menos ha sumado a domicilio. Con estos ingredientes rodará el balón sobre el verde de Valladolid.
Profundizando en los guarismos, los de Pezzolano suman 47 goles a favor por los 38 de los castellonenses. Esto supone para los pucelanos hacer un gol por cada 3,57 disparos a puerta -de media, disparan 4,2 veces entre los tres palos por encuentro- para un total de 10,225 golpeos en total por partido. Para el filial del submarino amarillo, un gol cada 4,10 disparos a puerta -3,9 por partido-, con 9,45 disparos en total por encuentro. El debe del Villarreal está en defensa ya que encaja 1,475 goles por partido, una brecha que supo cerrar el Real Valladolid, sólido atrás con 0,8 tantos en contra por jornada. Hay más similitud en cuanto al trato de balón ya que la precisión de pase es del 81% para el Pucela y del 80% para el Villarreal B, ambos con vocación de tener la pelota con una posesión media de 56% para los locales y 49% para los visitantes este domingo.