Una intervención de ‘película’ es lo que ha vivido en la jornada de este miércoles dos agentes de la Policía Municipal de Valladolid. Los efectivos policiales recibieron una llamada en la mañana de ayer a las 09.45 horas alertando de la presencia de personas que dormían y generaban basura y enseres en dos locales cerrados de una antigua pescadería y tienda de bolsos en la calle Puente Colgante 3 frente a la estación de autobuses.
La intención de los propietarios y vecinos de la zona era tapiar los accesos de estos locales abandonados para evitar así que accedieran personas a su interior que frecuentaban la noche para consumir droga y alcohol. Según ha podido saber este periódico, con el fin de proteger la zona y comprobar que en el momento del tapiado de la puerta de entrada no hubiera nadie en el interior, una patrulla se desplazó al lugar y al acceder al mismo descubrieron a una pareja tumbados y tapados con una manta.
Los efectivos policiales procedieron a la identificación de estas dos personas, un hombre de 29 años y una mujer 33, y ya en un primer momento, el varón adoptó una actitud muy violenta y desafiante, e incluso propició algunos insultos como «hijos de puta» o «que os jodan». Instantes después, uno de los agentes descubrió que en el local había una cartera con un DNI visible, propiedad del hombre, y consiguieron identificarle, por lo que descubrieron que tenía una orden de alejamiento y prohibición de comunicación sobre la mujer con la que se encontraba y estaba cometiendo un quebrantamiento de condena.
La reacción del hombre fue de lo más violenta, pegó un puñetazo en la cara a uno de los policías, posteriormente le tiró al suelo tratando de darle una patada en el cuerpo que evitó la otra agente interviniente. En ese momento, ambos individuos empujaron a la agente para huir del lugar a la carrera cada uno en una dirección y los efectivos emprendieron una persecución detrás del varón.
Después de cien metros de carrera lograron alcanzar al hombre al tiempo que éste volvía a poner resistencia, pero finalmente los policías lograron detenerle por la orden en vigor que pesaba sobre él y por un delito de atentado contra la autoridad. Una vez detenido y trasladado a un centro sanitario de Valladolid, el varón volvió a presentar una actitud violenta y brusca también con el personal médico.
Cuando parecía que ésta era la última escena de esta curiosa película, esta madrugada la mujer que acompañaba al detenido de Puente Colgante, llamó a la Policía Municipal para que acudieran a socorrerla puesto que otro hombre la había dejado encerrada en un coche mientras consumían droga. A la llegada de los efectivos al lugar a las 00.10 horas en la calle Boston, éstos comprobaron que la susodicha era la persona que ayer había huido del local abandonado. Una vez identificada, también comprobaron que tenía una orden de búsqueda, detención y presentación en Comisaría por orden de un Juzgado de lo penal de Valladolid.
