Descontrolados y a remolque: cuarta derrota consecutiva para el RVB

Reinó el desquicio y el Real Valladolid Baloncesto cayó ante el Grupo Ureta Tizona Burgos. Diezmado por las ausencias de los dos bases, Mike Torres y Ziggy por lesión, y la de Devin Schmidt, los locales sufrieron en un descontrolado derbi ante los burgaleses y fueron siempre a remolque hasta terminar cayendo con justicia, aunque todo ello acompañado de un desesperante arbitraje que no supo dirigir el choque en ningún momento. A pesar de que los locales trataron de pelear y no bajar los brazos, los burgaleses abrieron brecha en el último cuarto y castigaron con severidad al Pucela. El principal motivo de la derrota, no obstante, fue la falta de orden y control de los del Pisuerga, y los tiros libres errados, con 18.

El Grupo Ureta Tizona Burgos llegó a Valladolid con la lección bien aprendida, plantó una intensa presión a toda cancha en Pisuerga y apretó la salida de balón de los locales para robar balones, correr y anotar. Y los de Paco García lograron superarla de inicio, con el trabajo solidario de todo el quinteto, pero varios errores en el pase permitieron a los burgaleses hacerse con el mando del partido (6-12). La buena actuación de Nwgobo, diferencial en la pintura y a un nivel superlativo, permitió a las ardillas agarrarse y no tardaron en meter en bonus al cuadro burgalés. Sumando desde el tiro libre, la distancia se redujo y se igualaron las tornas, aunque siempre con iniciativa de los visitantes. Después de varios minutos con Lambás llevando las operaciones y De la Fuente ejerciendo de alero de manera obligada, como avisó Paco García en la previa, el RVB finalizó el primer acto cinco abajo (12-17).

Tratando de seguir explotando el filón de la presión y la ausencia de bases de los locales, Tizona Burgos siguió asfixiando al Pucela, jugando al límite de las faltas y aprovechando un arbitraje permisivo para desquiciar a los vallisoletanos. Y tras varias pérdidas forzadas a los locales, la renta se disparó a los 14 puntos en un visto y no visto. Esa fue la tónica de toda la primera parte ante un desquiciado equipo vallisoletano. Los visitantes, acertados a la par que intensos, sacaron rédito de ese plan de partido y no permitieron ni una sola concesión a un RVB que acusó en exceso la ausencia de sus bases y estuvo descontrolado. Pero a pesar de las adversidades, los de Paco García tiraron de orgullo para mantenerse a tiro del rival. Sumando con cuentagotas y dejándose muchos tiros libres por el camino, la aportación de Kovacevic y N’Guessan permitió, que aun con todo en contra, hubiera mucha vida al descanso con el 28-36.

La empresa volvió a ponerse cuesta abajo tras una formidable salida del Grupo Ureta Tizona Burgos, que anotó tres triples prácticamente consecutivos para escaparse. Con una marcha más que los blanquivioleta, en apenas dos minutos la diferencia se fue hasta los 16 con un 31-47, lo que obligaba a un esfuerzo enorme a los de Paco García para volver a levantarse y volver al partido. Y hasta ahí la resistencia. No fueron capaces esta vez. Sin bajar los brazos como acostumbran hasta el final, con orgullo y con arrestos hasta casi al final, pero el Pucela Basket no encontró respuestas ni tampoco forzó demasiado para buscar la remontada. Maj Kovacevic, eso sí, se erigió como la nota positiva, dando un paso adelante y sumando 22 puntos para la causa, llegando en forma al sprint final de la liga.

Sin ganas de plantar pelear y contando las jornadas para recuperar efectivos y acercarse al playoff, los de Paco García se dejaron llevar ante un Tizona Burgos que no quitó el pie del acelerador y se llevó todo el botín que pudo a El Plantío. El resultado final fue de un abultado 63-94, algo engañoso para lo que se vio durante gran parte de la contienda, y que pone la cuarta derrota consecutiva para los pucelanos. El Real Valladolid Baloncesto disputará la antepenúltima jornada de la liga el próximo viernes 26 de abril a las 20.30 horas en la cancha del Real Betis Baloncesto.