Cruel desenlace

Cruel desenlace del derbi para un Real Valladolid Baloncesto que lo puso todo para llevarse la victoria, pero la mejor actuación del EasyCharger en las posesiones finales decidió (68-64). En un duelo igualado y que confirmó la progresión blanquivioleta, la gran diferencia en las faltas señaladas (27-13) y los tiros libres lanzados (25-8), dictó sentencia en contra de los pucelanos.

Con Dominic Gilbert como principal novedad, el Real Valladolid Baloncesto saltó al parqué palentino con frescura y desplegando un buen juego. El alero croata, que disputaba sus primeros minutos como blanquivioleta y se estrenaba en un derbi, nada más y nada menos, se mostró muy activo a ambos lados de la cancha en un inicio igualado y eléctrico de ambos conjuntos.

A pesar de encontrar tiros liberados, los vallisoletanos comenzaron el partido muy erráticos desde el perímetro (1/8 en triples), pero dominaron la pintura y gozaron de segundas opciones para mantener el pulso anotador de los locales. La igualdad, eso sí, no se rompió hasta los últimos minutos del cuarto, cuando un parcial de 10-0 del EasyCharger Palencia dio la vuelta al 9-13 visitante hasta el 22-17 que cerró el asalto inaugural.

Pero la clarividencia ofensiva de ambos bandos dio paso a un atasco general y a las imprecisiones. Tras dos minutos sin una sola canasta, Pippen asistió a Gilbert para recortar distancias y Alec Wintering volvió a sumar otros dos puntos para obligar a Pedro Rivero a solicitar un tiempo muerto (22-21). Los pucelanos se habían colocado a solo un punto, pero, con cuatro faltas de equipo y los pívots cargados de personales, los siete minutos que restaban hasta el descanso podían ser eternos para un Pucela que estaba siendo muy castigado por los árbitros.

Los locales, por si fuera poco, fueron creciendo en intensidad y comenzaron a obtener rédito del rebote ofensivo. El sino del partido había cambiado y no tardaron los palentinos en sacar petróleo de las continuas faltas señaladas. Seis puntos consecutivos de Dani Rodríguez y un triple de Juan Rubio distanciaron a los locales (33-24) en un encuentro cada vez más trabado, pero al que el Pucela Basket no le perdió la cara. Los de Pedro Rivero, así, se estiraron en la recta final para irse al descanso con máxima de diez puntos (39-29).

El 1/10 en triples del Real Valladolid Baloncesto estaba lastrando a un conjunto, el visitante, que estaba realizando un buen trabajo en Palencia. Las ocho pérdidas de los vallisoletanos también explicaban la diferencia en el marcador entre ambos conjuntos, pero la intensidad y la actuación de los blanquivioleta invitaban a pensar en la remontada.

Y las opciones de multiplicaron después de la salida en tromba del Pucela. Un parcial de 1-9 en apenas dos minutos precedió a un tiempo muerto del EasyCharger Palencia (40-38), que, aún frío, veía como se dilapidaba gran parte de su ventaja. El Real Valladolid Baloncesto volvía a sumar rebotes ofensivos y, a pesar de los tapones de Fall, sumaba en las segundas opciones.

La buena salida desató a un Real Valladolid Baloncesto que, cerca de calcar el primer cuarto, también se mostró acertado desde el perímetro. Con un 5/8 en triples, ahora sí, el buen juego blanquivioleta se veía recompensado con un festival anotador que servía para remontar al EasyCharger Palencia al término del tercer periodo (54-52).

Los pupilos de Roberto González habían igualado las tornas y llegaban a la fase crítica con inercia positiva, pero todavía faltaba lo más difícil: ponerse por delante y dar un golpe sobre la mesa. Un triple de Pantzar puso el 58-59 que, precisamente, otorgaba el mando a un Pucela Basket que trataba de castigar el cansancio en las piernas de los palentinos. El derbi, eso sí, se iba a definir en los últimos cuatro minutos (63-61).

Y en las posesiones críticas llegó el apagón blanquivioleta propiciado por la sobresaliente defensa del EasyCharger. Los de Roberto González no vieron la manera de sumar puntos y la victoria se quedó finalmente en el fortín morado (68-64). La falta de acierto en los últimos minutos, además de la gran diferencia en las faltas señaladas (27-13) y los tiros libres lanzados (25-8), dictaron sentencia en contra de un voluntarioso Pucela Basket.