Castilla y León se ha quedado a las puertas de ser sede de la Agencia Espacial y de la Inteligencia Artificial después de que el Consejo de Ministros haya escogido Sevilla y A Coruña. En la mañana de este lunes se ha conocido la decisión del Gobierno de España a la hora de descartar las ciudades candidatas de nuestra Comunidad para albergar estos importantes centros internacionales. La ‘NASA Española’ finalmente no recaerá ni en León, ni en Palencia, ni en Cebreros (Ávila).
Las reacciones a esta noticia no han tardado en mostrar su descontento con la decisión tomada por el Ejecutivo nacional. La Junta de Castilla y León ya ha respondido a esta decisión de Pedro Sánchez que «castiga» a la región castellana y leonesa con la ausencia de estos proyectos que iban a suponer un balón de oxígeno para dos provincias castigadas económicamente y para el medio rural, como era en el caso del municipio abulense.
Precisamente, el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha señalado directamente al presidente del Gobierno en la elección de las nuevas sedes. «Sánchez vuelve a castigar a Castilla y León en la elección de las nuevas sedes. El Gobierno de España convocó, marcó los criterios y finalmente ha decidido en contra de los intereses de nuestra Comunidad», asegura Mañueco quien también recrimina la falta de «compromiso» del Gobierno de Pedro Sánchez «contra la despoblación».
Al mismo tiempo, el portavoz del Gobierno autonómico, Carlos Fernández Carriedo, ha culpado también al Gobierno central de ser el «único responsable» de que la Comunidad no acoja la sede de la Agencia Espacial y también apunta que «las candidaturas de León, Palencia y Cebreros ya fueron excluidas desde la base de la convocatoria». «Una vez más, el Gobierno de España ha dejado de lado los intereses de Castilla y León desde donde se ha hecho un buen trabajo por parte de todos los sectores», lamenta Carriedo.
Por último, el portavoz ha indicado que la Junta ya había apreciado que la convocatoria para albergar las sedes contaban con requisitos que «dificultaban» las candidaturas de la Comunidad, y pone el ejemplo de la condición de que hubiera un aeropuerto internacional a menos de 100 kilómetros. Un condicionante que consideran desde el Gobierno de Castilla y León que «va en contra de cualquier proceso de descentralización de sedes y perjudica a las zonas despobladas», concluye.
