El presidente de la Diputación de Valladolid, Conrado Íscar, ha presidido este jueves la entrega de los II Premios Alimentos de Valladolid de Innovación Agroalimentaria, que en esta edición de 2023 ha contado con 58 candidaturas en las tres categorías establecidas. En su intervención, Conrado Íscar ha recordado el objetivo de estos premios que pasa ineludiblemente por «reconocer el esfuerzo en innovación de productores, comercios, distribuidores y hosteleros adheridos a la marca Alimentos de Valladolid, así como por impulsar, promocionar y dar a conocer nuestro sector agroalimentario y los productos de calidad que se elaboran y comercializan en nuestra provincia».
En este sentido, el presidente de la Diputación ha reconocido la «trayectoria ejemplar» de los cuatro galardonados de este año, a los que ha pedido que sigan «trabajando y apostando por nuestro sector primario y agroalimentario, como sector fundamental para garantizar el futuro del medio rural». Sin duda, la bodega Carlos Moro, Pistacyl, Olibher y Bodegón El Ciervo se han llevado todos los honores alzándose con los Premios Alimentos de Valladolid a la Innovación Agroalimentaria de este año. En la edición de este año, el jurado ha decidido otorgar el premio especial a la trayectoria a la familia Carlos Moro «por su claro ejemplo de empresa comprometida con nuestra tierra y por la innovación tecnológica y medioambiental». Junto al premio especial, se han concedido las tres categorías establecidas en las bases.
En la categoría de Innovación Productores el premio ha recaído en la empresa Pistacyl, proyecto que desde 2001 vienen desarrollando los hermanos Pérez Heras en Pozal de Gallinas y que está abordando un ambicioso proceso de innovación en colaboración con prestigiosas unidades y universidades para optimizar el cultivo del pistacho y el desarrollo de nuevos productos derivados de dicho fruto. Han ampliado también su actividad al sector del viñedo a través de agricultura de precisión en más de 3.000 hectáreas de Castilla y León, Andalucía y La Rioja.
En la categoría Innovación Comercio y Distribución el premio ha recaído en Olibher. Fundada en 1965 por Vicente Hernández, la empresa ha vivido con Diego Hernández al frente, un proceso de expansión desde su sede actual en Arroyo de la Encomienda que le hace estar presente con 14 establecimientos en tres comunidades autónomas. Todos los establecimientos están inmersos en un proceso de digitalización de toda la cartelería, y además, ha desarrollado una plataforma de comercio online para la distribución de productos en pequeño formato.
Por último, en la categoría Innovación Hostelería, el galardonado ha sido el Bodegón El Ciervo, de Cabezón de Pisuerga. Fundado en 1977 por Julián López, su hijo David mantiene la filosofía original de mimar el producto original, pero sumando a ello nuevos sabores, nuevas texturas y una nueva estética que ha convertido al restaurante en una referencia imprescindible en la cocina vallisoletana. Tiene dos nuevos proyectos en marcha, uno de sostenibilidad con la implantación de un parque fotovoltaico que cubra las necesidades del restaurante y otro de I+D+i para la puesta en marcha de una línea de comercialización de platos preparados.