Contundente derrota del Real Valladolid Baloncesto. El cuadro vallisoletano, sin el sancionado Devin Schmidt, no compitió por la victoria ante un ICG Força completamente superior desde que se lanzó el balón al aire. Los de Gerard Encuentra encarrilaron el partido con un 9-0 de parcial y al descanso ya ganaban de 28, para terminar de sentenciar tras una segunda parte sin opciones de remontada y en la que los ilerdenses administraron bien el botín de los primeros 20 minutos. Sin acierto y completamente desarbolados, los vallisoletanos, para más inri, adolecieron una lesión de Mike Torres en su tobillo y producida en la recta final del segundo cuarto, como si de un bofetón de realidad se tratara. La puesta en escena en el Barris Nord fue todo un preludio de lo que estaba por venir y ya puso las cosas muy complicadas.
ICG Força Lleida abrió la contienda con un triple de Hasbrouck y aprovechó varias pérdidas de los visitantes para distanciarse tras apenas dos minutos de juego por 9-0. Tocaba ir a remolque y corregir sobre la marcha, con lo que Paco García optó por dar entrada a Zigmantavicius para corregir el rumbo. Mejoró el cuadro pucelano y Lotanna Nwgobo acabó con el sangrante parcial con los primeros puntos de los forasteros (9-2), pero las ardillas daban la sensación de que llegaban siempre un poco tarde a todo. La presión a toda cancha del equipo de Gerard Encuentra y las veloces transiciones asfixiaron y castigaron constantemente a un RVB que se vio 11 abajo pasado el ecuador del cuarto. Y trataron de revertirlo con un tiempo muerto, pero el primer asalto ya finalizó con 17 de diferencia (28-11).
No cambió demasiado el guion en el segundo cuarto. El balance defensivo del equipo del Pisuerga seguía siendo un debe importante y, para más inri, los vallisoletanos estaban absolutamente negados de cara al aro -con 0/10 en triples en la primera parte. No salía nada, no entraba nada. ICG Força Lleida tenía otra velocidad y otra puntería superiores, con lo que continuó con su particular exhibición, desarbolando al RVB. Y sin dejar de pisar el pie del acelerador, el cuadro catalán alcanzó el descanso con una renta prácticamente insalvable con un 48-20. Y si ya de por sí el resultado estaba siendo contundente, Mike Torres cayó lesionado en la recta final del segundo cuarto, quejándose de su tobillo izquierdo.
Al RVB no paraban de crecerle los enanos y no hubo pie para una remontada épica. Si bien ICG Força Lleida bajó el ritmo y comenzó a fallar algunos tiros, en el cuadro visitante respondieron con pundonor Juan García-Abril, Martynas Zigmantavicius y Lotanna Nwogbo, quizá las únicas notas positivas de un encuentro que llegó casi decidido a los últimos diez minutos (62-38). De hecho, los visitantes anotaron casi los mismos puntos en el tercer periodo, con 18, que en toda la primera parte, 20. Siguiendo la misión de maquillar el resultado y con orgullo, las ardillas no bajaron los brazos y encontraron un poco de acierto para reducir paulatinamente la desventaja, aunque no lo suficiente para competir por la victoria.
ICG Força Lleida administró bien la renta y terminó de cerrar el partido por 81-56 en una noche para olvidar del Real Valladolid Baloncesto. Sin apenas tiempo, el Pucela Basket recibirá a Estudiantes este martes a las 20.45 horas en el Polideportivo Pisuerga ante la afición vallisoletana.