Todas las miradas y flashes se fueron este sábado en la Seminci a Ana Morgade. La humorista era una de las celebridades más esperadas en la capital vallisoletana ya que era una de las presentadoras de la gala inaugural de la 66º edición de la Semana Internacional del Cine de Valladolid. Morgade pisaba la alfombra verde de la Seminci con más fuerza que nunca vistiendo un portatrajes y con un mensaje reivindicativo, tal y como explica en sus redes sociales.
La cómica desvela que después de «sufrir durante días pensando qué llevar a la alfombra de la Seminci», decidió apostar por algo que «representa» lo que es: una comediante. Morgade hace un alegato en favor de la diversidad corporal porque para ella en «los showrooms casi nunca puedo ponerme lo que me gusta, tengo que ponerme lo que me abrocha. No tengo un cuerpo de talla standard, por supuesto no soy modelo, y no me es nada fácil encontrar un vestido que no me haga sentir terriblemente mal hecha. Durante muchos años he salido a posar con ropa que no me encajaba muy bien, aterrada, pensando que es mi cuerpo el equivocado. Pero no, era mi actitud la errónea. Mi cuerpo es perfecto para lo que soy y a lo que me dedico: la comedia».
Ana Morgade relataba que «no puedo cambiar qué se considera un cuerpo aceptable o no, y mucho menos cambiar mi autoestima de un día para otro, y mi relación más o menos despiadada con mi cuerpo. Dándole vueltas de madrugada, rumiando qué lucir esta vez, pensé si es que me queda mejor la bolsa que el traje… Y voilà. Aquí me tienen, señoras. Orgullosa y feliz, con un traje que no me aprieta, no me tira, no me asusta, y representa lo que soy, mejor o peor, una comediante».
Finalmente, Morgade lució la bolsa de su traje, y muestra con orgullo su fotografía «sin filtros», al natural como ella.