VÍDEO | Valladolid tiene cinco pregoneros y diez días de fiesta por delante

Música, peñas, pregoneros… Valladolid ya está de fiesta en sus días grandes en honor a la Virgen de San Lorenzo. Las fiestas patronales de la capital vallisoletana han dado el pistoletazo de salida hoy viernes 2 de septiembre con su mítico desfile de peñas y su pregón. El balcón del Ayuntamiento de Valladolid, y sus miles de vallisoletanos, esperaban el saludo de su alcalde, Óscar Puente, y sus cinco pregoneros JJ Vaquero, Álex Clavero, Fran ‘El Chavo’, Quique Matilla y Roberto Chapu, quienes prometían el momento más cómico de la historia de capital del Pisuerga.

Momentos antes, los cinco protagonistas de la noche del viernes comenzaron su día grande reflejando su firma en el Libro de Honor del Ayuntamiento de Valladolid entre humor y bromas. «Ya he puesto el primer tachón», «ten cuidado no lo pongas con b y sea con v» o «no escribas tanto», se decían unos a otros mientras dejaban su especial dedicatoria, ante la mirada del alcalde que no perdía de reojo cómo la Plaza Mayor se iba abarrotando de jóvenes y familias.

Ya con una Plaza Mayor a reventar, la música de los dulzaineros comenzó a sonar para dar la bienvenida al regidor que pronunció unas breves palabras ante sus vecinos de disfrute y agradecimiento por hacer especial estas fiestas. «Carpe Diem», así lanzaba Puente la apertura de los días grandes de Valladolid que la pandemia privó en estos dos últimos años.

Los vallisoletanos alzaron la vista arriba y vieron como ya sus propios vecinos después de alegrarles y divertirles en las calles, en los bares, en la televisión e incluso en los teatros, se convertían en los pregoneros que abrían la Feria y Fiestas de Valladolid en un pregón único y singular. Los miembros de ‘Humor de Protección Oficial’ deseaban ya pronunciar sus tronchantes discursos, a la par que emotivos, ante sus amigos, vecinos, conocidos y familiares.

«¡Vivan las peñas! Disfrutad peñistas, disfrutad todo lo que podáis, que os digo por experiencia que un año eres joven y al siguiente estás en un balcón rodeado de políticos», el pregón de las Fiestas de la Virgen de San Lorenzo comenzaba así, con el humor por bandera, de la mano de JJ Vaquero, uno de los humoristas vallisoletanos más reconocidos, rodeado de sus compañeros, junto a autoridades municipales, provinciales, autonómicas y nacionales.

«Estoy flipado porque yo he estado en balcones con poyata, en balcones con tendedero, con maceteros, con jardineras, pero es la primera vez que estoy en un balcón con Puente. La verdad es que para mí es un orgullo y un honor estar en este balcón porque yo soy más vallisoletano que la cencellada…Yo soy tan de Valladolid que en Madrid se me nota… Un día me presentaron a un astronauta y me dijeron trabaja en la NASA y yo dije es nasero, me dijeron ¿Qué? y dije soy de Valladolid, Fasero de la Fasa, pues Nasero de la Nasa y me dijeron ¿Y autobusero? y dije de Auvasa», bromeaba JJ Vaquero. El pucelano también quiso hacer mención a los barrios vallisoletanos, en especial a La Rondilla por «aquellos que aparcan en el puto medio jodiendo un sitio» y a Las Delicias por ser su barrio, y ser él el que grite su nombre desde lo más alto del Consistorio.

El vallisoletano no se olvido de la Eli, una mujer querida en la ciudad, quien hubiera dado un pregón «acojonante, e incluso con morreo al alcalde». Después de un grito al unísono «¡Viva Pucela! ¡Felices Fiestas!» de JJ Vaquero, llegaba el turno de Quique Matilla, emocionado por verse frente a un Valladolid entregado a sus fiestas. «¡Viva toda la gente de Pucela! Llevo muchos años viviendo fuera, pero siempre vuelvo a Valladolid, que es mi ciudad, y a la Rondilla, que es mi barrio», pronunciaba. «Presumo de mi ciudad allá donde esté: Cada vez que oigo Celtas Cortos digo: ¡Son de mi ciudad! Cada vez que oigo a alguien decir FASA digo: ¡Son de mi ciudad! Y cada vez que veo a alguien que en pleno agosto a 40 grados lleva un jersey por si acaso digo: ¡Son de mi ciudad!», describía el también cómico pucelano.

Roberto Chapu tampoco quiso perder la oportunidad para revindicar los barrios vallisoletanos, porque Parquesol «no es un barrio acomodado, de gente guay y de niños de papá, sino hay tanta niebla que no se ve un pijo e incluso sus amigos se llaman El Chino, El Pichi, El Hongo, El Moro, El Cadenas, El Largo o El Gordo», reían los pregoneros, pucelanos y autoridades.

Los cinco pregoneros querían describir a la ciudad y a sus fiestas como ellos mismos las han vivido y disfrutado desde pequeños. Chapu quiso hacer homenaje a su madre como «aquellas madres, como la mía, que les tocó hacer de madre y padre a la vez, que han levantado familias ellas solas, fregando portales, escaleras, baños, limpiando lo que nadie quería limpiar, sacando a sus hijos adelante, a los que nunca les faltó un viaje en la feria, un pincho en las casetas y todos los días de verano de playa sin salir de Valladolid».

Por último, Álex Clavero pregonaba ante los miles de vallisoletanos que se agolpaban en la Plaza Mayor, el buen ambiente de su propia ciudad y que desde este viernes todavía se verá más. «Hay ciudades donde sales de casa y te toca buscar un bar. En Valladolid sales del bar y te toca buscar tu casa. Por eso hicieron el Duque de Lerma… ¡Para orientarte! Me encanta la gente, el ambiente y la ciudad». Además, este pregón, el más tronchante por excelencia por sus pregoneros, tuvo un lugar para el deporte vallisoletano con El Salvador, porque «mi padre jugó en El Salvador y esto es cierto, no os la estoy dando con Quesos. Mi padre lo dio todo para que yo pudiera estudiar y cuando le dije que me quería dedicar a contar chistes solo hizo que apoyarme», contaba Clavero.

Y ya con la Plaza Mayor saltando, cantando y aplaudiendo, los pregoneros se despidieron al grito de «¡Viva Valladolid! ¡Viva la Virgen de San Lorenzo». Porque Valladolid tiene cinco pregoneros, y diez días de fiesta por delante con conciertos, juegos artificiales, feria, y los pasacalles con gigantes y cabezudos.