Medina del Campo ha acogido este sábado su 2º Feria Multilabores que ha reunido a 400 artistas de los hilos, que hacen de la costura un arte y una cultura. La Villa de las Ferias ensalza el oficio de la bolillera de la mano de maestras y aficionadas procedentes de distintos puntos de España que realizan impresionantes obras de tela con sus propias manos. Destreza, paciencia y concentración es la base de cualquier encaje de bolillos para realizar pañuelos, mantones, trajes, muñecas, abanicos o manteles, entre otros muchos artículos artesanales.
Los oficios y labores en la costura luchan contra viento y marea para no desaparecer, y a través de este encuentro, se pretende mostrar a las nuevas generaciones el arte de los hilos, y que mejor lugar que en plena Plaza Mayor de la Hispanidad, en el corazón de la ciudad de las ferias por excelencia en Medina del Campo. El conocido Encuentro de Bolillos se engrandeció desde hace dos años para tomar el nombre de la Feria Multilabores, organizada por la Asociación de Mujeres en Igualdad y el Ayuntamiento de Medina del Campo. Entre los puestos y muestras en directo, decenas de vecinos y curiosos pudieron ver el trabajo que estas mujeres con los diferentes hilos y técnicas crean las puntillas más valoradas y preciosas del mercado.
Con aguja e hilo enhebrado, una de las mujeres que hacen posible y mantienen viva esta tradicional artesanal es Ana Pérez Lorenzo, vecina de Medina del Campo, quien ha reivindicando el oficio de las encajeras como una forma de vida y de trabajo para muchas mujeres y hombres en este país. «Se piensa en ocasiones que estas tareas son cosas de amas de casas, incluso de viejas, pero no es así. Hay muchísimas encajeras que se ganan la vida haciendo precisamente esto, encajes y otro tipo de costura, al igual que antiguamente, pero que ahora es también imprescindible en nuestra sociedad», indica la aficionada medinense en una entrevista a Valladolid Plural.
Durante cuatro horas, las casi 400 artistas estuvieron hilando para seguir realizando sus trabajos actuales o creando nuevos complementos para sus mantillas, manteles, chales o lo que más les guste. «Las encajeras que han participado en este encuentro en Medina del Campo han venido de Cantabria, Cataluña, Asturias, Madrid, Valladolid, Galicia o Valencia, y han impresionado al público con sus técnicas», cuenta Pérez Lorenzo, pero no solo se ha podido ver el tradicional encaje de bolillos sino llamativas tareas como ganchillo, vainica, patchwork, entre otras muchas.
Ana, como una de las voces de la Asociación Mujeres en Igualdad de Medina del Campo, ensalzaba el trabajo y la profesionalidad de dos maestras de Valladolid y San Sebastián de los Reyes que hicieron de esta feria una auténtica curiosidad a través de sus herramientas para realizar «encajes extranjeros» y de esta manera dejar boquiabierto al público con sus manos. «Estas dos encajeras hicieron sus labores que acapararon todas las miradas a través de encaje de brujas o policroma», señalaba la costurera.
A través de esta Feria Multilabores de Medina del Campo se pretende atraer a las nuevas generaciones para que no se pierdan estos bonitos oficios, que se han mantenido durante siglos. «Los jóvenes tienen que aprender porque hay que seguir cosiendo, los botones se van a seguir rompiendo, y el arte de los hilos es cultura, no se puede perder», manifiesta la hilandera. Las mujeres transmitían a través de sus manos que estas tareas son realmente relajantes, que no solo sirven para hacer trabajos impresionantes, sino que aportan satisfacción con bordados personales. «No queremos que se pierda nunca, y los jóvenes se tienen que atrever a aprender este arte», concluye Ana Pérez.
Además del Encuentro entre las 400 bolilleras, la Feria Multilabores albergó doce puestos de venta con todo tipo de herramientas y artículos para proporcionar a las artistas todo lo que necesitaban, y exponer así al público medinense auténticas obras de arte con hilo y aguja. Sin duda, la gran carpa de la Villa de las Ferias volvió a escribir una página de oro en su libro de ferias tradicionales, con una edición de Multilabores de récord. Medina del Campo lucha con sus encajeras para que estas labores de hilo perduren en el tiempo y que con el esfuerzo y la paciencia de sus artistas han hecho posible que los encajes lleguen a nuestros días desde la Edad Media.
