VÍDEO | Los niños abren camino a La Borriquilla y a la triunfal Semana Santa de Medina de Rioseco que engrandece su relevo cofrade

Los niños juegan a ser mayores, y en Semana Santa con mayor intensidad. Sobre todo en la localidad vallisoletana de Medina de Rioseco donde la devoción por la Pasión de Cristo y el sentimiento cofrade se contagia de padres a hijos, y no hay ni un solo niño al que no le pique la curiosidad por llevar un farolillo, el incienso o incluso ensayar el paso a hombros con sus amigos. Sin duda, la triunfal Semana Santa riosecana tiene mucho futuro y un impresionante relevo generacional, tal y como hemos visto este Domingo de Ramos, donde los cofrades más pequeños eran los guías de la conocida Borriquilla por las principales calles de la Ciudad de los Almirantes. Los niños forman parte activa de la Semana Santa, y hoy Domingo de Ramos, es uno de esos días en lo que se desborda la inocencia, ilusión y emoción de los más pequeños.

Minutos antes de la 12.00 horas del mediodía, decenas de niños y familiares llegaban a la emblemática Iglesia de Santiago para bendecir sus ramos y prepararse para una de las procesiones más especiales y vibrantes de la Semana Santa de Medina de Rioseco. «La Semana Santa se compone de momentos, y los más especiales son los que coinciden con nuestros actos procesionales. El primero se celebra hoy, Domingo de Ramos, con una procesión muy popular, en la que participa mucha gente y muchos niños que son los que llevan en andas a La Borriquilla«, nos relata en una entrevista el presidente de la Junta de Semana Santa de Medina de Rioseco, Antonio Herrera. El municipio terracampino vivía este domingo 24 de marzo, bajo una mañana soleada, un ambiente muy especial y que reflejaba el buen hacer de su Semana Santa.

Las principales calles de la localidad estaban a rebosar en una jornada familiar y acogedora en la que los más pequeños contaban con ese afán protagonista que les hace vivir de lleno el sentimiento por los días de Pasión. La conocida procesión de Las Palmas partió desde la Iglesia de Santiago con el paso de La Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén, popularmente conocido como La Borriquilla, arropado por los niños y las niñas de las cofradías penitenciales, mayordomos, autoridades y todos las gentes riosecanas. Todos aclamaban felizmente a Jesús, llevando en sus manos los bendecidos ramos de olivo y palmas dejando una preciosa estampa durante todo su recorrido, trasladándonos por unos breves instantes al pasado, en la ciudad de Jerusalén. Al finalizar la procesión, todos los asistentes llegaron a la Iglesia de Santa María para guardar a La Borriquilla y comenzar la Eucaristía del tradicional día del Domingo de Ramos.

Procesión de Las Palmas de Medina de Rioseco | Valladolid Plural

Este acto procesional solo es uno de los tantos desfiles que van a recorrer las calles de la histórica Medina de Rioseco a lo largo de esta Semana Santa, donde se podrán descubrir impresionantes tallas, mucho sentimiento, fervor y también dolor. Las procesiones riosecanas son pura verdad y realidad, y el visitante se dará cuenta una vez que aparezcan en cualquiera de las calles y balcones engalanados para la ocasión. Pero si se habla de tradición no se puede olvidar el futuro. En este caso, la Semana Santa de Medina de Rioseco tiene la suerte y el privilegio de contar con niños en la mayoría de sus procesiones. Ese relevo generacional está más que garantizado. Tanto es así, que Rioseco no solo puede presumir de tener casi tanto número de cofrades como de habitantes, con 4.300 de 4.500 vecinos, sino que cuenta con cientos de niños que conforman perfectamente el 25% del total de cofrades.

En las imágenes de la Semana Santa a lo largo de la historia siempre se ha visto que los niños han estado presentes de una manera u otra en Medina de Rioseco. Además, de forma histórica uno de los elementos fundamentales sonoros de la Semana Santa de la Ciudad de los Almirantes es el tapetán, un niño que toca el tambor forrado con un toque sordo y que va debajo del paso en Jueves Santo. El tapetán por tradición son niños cofrades de las mismas hermandades que desfilan en esta cita cultural y religiosa, y que hace que muchos sueñen con serlo algún año. Precisamente, tal y como nos cuenta el presidente de la Junta de Semana Santa de Rioseco, «los niños siempre han tenido mucha importancia en la Semana Santa, aunque actualmente participan muchísimo más en los actos de hermandad, en el desfile de gremios, procesiones y es bonito ver como todos van ataviados con sus respectivas túnicas».

El niño lo que quiere es hacerse mayor. Y en Medina de Rioseco ese paso de niño cofrade a adulto cofrade lo marca sacar por primera vez un paso. «Tiene una trayectoria importante y los niños lo viven con mucha ilusión. En Medina de Rioseco se juega a la Semana Santa, es un aspecto muy particular y peculiar de nuestra localidad», explicaba Antonio Herrera. Durante los días previos al inicio de la Semana Santa, varios niños de la ciudad riosecana han sacado por las calles -como que fueran juguetes-, pasos confeccionados por ellos mismos mientras los intentaban portar a hombros, como han visto hacer a sus padres, tíos, primos o hermanos mayores. «Utilizan muñecas o palos cruzados para simular cruces y los sacan a las calles con toda la emoción. Estas anécdotas vienen a recalcar la importancia de la tradición heredada«, reconoce Herrera a este periódico.

En todas las semanas santas de cualquier rincón de España se pone de manifiesto el tener relevo generacional en las cofradías al ser acontecimientos tan tradicionales, y precisamente, la presencia de nuevas generaciones es muy importante en todo aquello que forma parte de lo que ahora denominamos el «patrimonio inmaterial». Así, la Semana Santa de Medina de Rioseco, una de las más conocidas de la provincia vallisoletana y de Castilla y León, tiene mucho que contar y enseñar a todos los visitantes que quieran descubrir una Pasión viva. Durante esta semana Medina de Rioseco, en palabras de Fray Carlos Amigo, «abre sus puertas al mundo». El visitante se va a encontrar con una Semana Santa muy peculiar y singular, declarada Bien de Interés Cultural de Carácter Inmaterial desde 2017 y Fiesta de Interés Turístico Internacional desde 2009. Durante su Semana Santa se ven hechos singulares, la participación y el compromiso que tiene el cofrade y el riosecano por conservar una de sus tradiciones más sentimentales.

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