La concejala de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, María Sánchez, y la concejala de Servicios Sociales y Mediación Comunitaria, Rafaela Romero, acompañadas por el director de Escuela de Ingeniería Agrícola y Agroambiental de Valladolid, INEA, Félix Revilla, han presentado la nueva campaña de Huertos Urbanos para personas desempleadas y de Huertos Ecológicos para personas mayores.
Los Huertos Ecológicos son una actividad ya tradicional en el Ayuntamiento que se desarrolla desde hace año y que, en los últimos años, al albur de la estrategia alimentaria, también se ha intentado llegar a otro tipo de poblaciones para que en las escuelas infantiles o en los colegios haya huertos en colaboración con la Concejalía de Educación al mismo tiempo que se han dado distintas iniciativas vecinales autogestionadas que han hecho que desde el Ayuntamiento se haya llegado a convenios con los mismos.
«La idea que tenemos desde el Ayuntamiento es que estos Huertos Urbanos sirvan para fomentar el autoconsumo de productos de proximidad, ecológicos y sanos, y la participación ciudadana entre las personas usuarias de los distintos huertos» ha explicado la concejala María Sánchez.
Desde la Concejalía de Medio Ambiente se gestionan los Huertos para personas desempleadas en cuatro puntos de la ciudad; en el Jardín Botánico hay 33 huertos de 50 m2 y la denominada «Huerta sin puerta» autogestionada por los vecinos; en calle Valle de Arán (junto al Punto Limpio) hay 50 huertos de 50 m2 y un huerto comunitario de 800 m2; en Parque alameda 48 huertos de 50 m2 y un huerto comunitario de 300 m2; y en Los Santos Pilarica, 50 huertos de 50 m2 y un huerto comunitario de 800 m2. Los huertos comunitarios están destinado a labores de organizaciones sin ánimo de lucro a quienes se destinan los productos que allí se siembren y recojan.
«En el ámbito de la Concejalía hemos respondido a todas las solicitudes que nos han llegado. Es un programa que se renueva anualmente para poder dar posibilidad a toda aquella persona interesada que esté desempleada y quiera incorporarse al programa. Hemos tenido solamente veintidós vacantes en esta última programación, pero por lista de espera se han cubierto dieciséis. Hay seis vacantes y, tras la concesión, hemos abierto un plazo por orden de solicitudes y mientras se cumplan todos los requisitos relacionados con el desempleo como se puede ver en la web se irán asignando esas seis vacantes si llegan solicitudes» ha explicado Sánchez.
Esta actividad, financiada por el Ayuntamiento de Valladolid y organizada por INEA, busca ser una opción más para el esparcimiento, el ocio, las relaciones humanas, el trabajo, la relación con la naturaleza, y el aprendizaje de las personas mayores.
Desde la Concejalía de Servicios Sociales y Mediación Comunitaria «se ha incrementado el presupuesto este año un 10% llegando a los 66.000 euros para mejorar este espacio» ha anunciado Rafaela Romero.
Este programa de carácter recreativo y formativo se desarrolla en la Finca Ecológica de INEA del Camino Viejo de Simancas, un espacio privilegiado junto al río Pisuerga donde hay 421 parcelas para que sean cultivadas por personas mayores jubiladas de Valladolid, con técnicas ecológicas.
Actualmente están ocupadas 408 y otras trece están libres, para futuros beneficiarios. Permanecen en lista de espera quince solicitantes para incorporarse en la nueva campaña 2022. «En estos momentos se están recogiendo las solicitudes para este año y vamos a tener completas todas las parcelas. Es un proyecto precioso, que fomenta la convivencia y que a muchas personas mayores les ayuda en el día a día a estar mejor» ha apuntado Romero.
Otras parcelas están a disposición de otras entidades sociales y para el cultivo de huertos comunitarios cuyos frutos son donados al Banco de Alimentos: en 2021 se entregaron 1135 kilos de hortalizas gracias a la labor generosa de los hortelanos.
También el año pasado se ha incidido en la concienciación sobre la gestión de los residuos que generan los huertos para que su impacto sea mínimo en el entorno. Para ello se ha realizado actividades como la limpieza de plásticos y materiales de desecho; la unificación, extensión y adecuación de los montones para su uso como materia orgánica compostada; la instalación de una criba manual, etc. El objetivo es crear buenos hábitos en los hortelanos que continúen en el tiempo para ayudar a mitigar problemas como este, por lo que en esta campaña 2022 se seguirá trabajando en ello.
«En todos los diecisiete años de vida del proyecto, solo la pandemia ha provocado el cese de su actividad. Hubo gran insistencia en que se volviera a poner en marcha porque era un espacio abierto y había juna demanda creciente de las personas mayores por recuperar este programa» ha apuntado Romero.
Tras ese periodo de pandemia, la Escuela realizó una encuesta de satisfacción de los hortelanos para corroborar lo que la experiencia ya había ofrecido: para un 52% de los hortelanos mejora su alimentación al comer esos alimentos sanos y recién cogidos; para el 75%, mejora la movilidad fruto del ejercicio físico; en general, más ilusión (68%), y un 86% valora todo lo que aporta el huerto en la vida integral de cada uno.
El proyecto de los Huertos Ecológicos de INEA es, según reconoce el director Félix Revilla, «un proyecto integral que abarca todas las dimensiones de la persona: es ambiental, porque se practica Agricultura Ecológica; es productivo, porque se recogen frutos para el consumo familiar; es formativo, porque los usuarios aprenden y tienen acceso a clases y talleres; es de ocio y de tiempo libre para personas mayores; es salud y es social gracias a todo el ejercicio físico y encuentro».