Una receta que quita el sentido y pone de gala tus cenas en familia: hojaldre relleno de queso de cabra, nueces y cebolla caramelizada

Si buscas una receta diferente, fácil y rica para sorprender a tu familia o amigos, aquí te traemos la solución. El plato protagonista de la sección gastronómica es un entrante que puede ser el gran favorito de tus comensales en cualquier época del año. Además, la flexibilidad de esta receta se ofrecerá la posibilidad de adaptarla a tus gustos de queso o frutos secos. Estamos hablando del hojaldre relleno de queso de cabra, nueces y cebolla caramelizada. Sin duda, este entrante causará sensación en tu mesa por su masa de hojaldre crujiente y su exquisito sabor.

La elaboración es de lo más sencilla y además como te comentábamos anteriormente puedes sustituir el queso cabra por por gouda, cheddar, brie o parmesano. Y las nueces por otros frutos secos, como las almendras o las avellanas. Además, si quieres que este plato todavía esté más delicioso, puedes añadir jamón serrano, de York o beicon, todo al gusto. Los ingredientes que vas a necesitar para elaborar el hojaldre de queso de cabra y cebolla son básicos. En concreto, apunta en tu lista dos láminas de hojaldre, 200 gramos de queso de cabra, 3 cebollas, una cucharada de azúcar moreno, 2 cucharadas de nueces peladas, una yema de huevo, aceite de oliva y sal.

Una vez que tenemos ya los ingredientes a punto comenzaron con la elaboración del entrante, que te aseguro que no necesitarás ser un cocinillas para hacerlo. Cortaremos las cebollas en juliana y las pochamos lentamente en una sartén con dos cucharadas de aceite durante 15 minutos a fuego medio lento. Añadimos el azúcar y una pizca de sal, removemos bien y sofreímos unos 5 minutos más. Mientras ponemos a precalentar el horno a 200 grados. A continuación, extendemos una de las láminas de hojaldre sobre una fuente de horno previamente forrada con papel. Ahora repartimos por encima de la lámina la cebolla pochada, el queso desmenuzado y las nueces picadas.

Seguidamente, cubrimos con la otra lámina de hojaldre y presiona los bordes para sellarlos. Pinchamos la superficie con un tenedor, pintamos nuestro hojaldre con yema de huevo batida. Dejamos en el horno durante 20 minutos aproximadamente hasta que se dore. Una vez transcurrido el tiempo, sacamos y dejamos reposar hasta que se enfríe, o al menos, a una temperatura ambiente. Ahora solo queda acompañarlo con algún otro aperitivo más fresco y a disfrutar con tu familia.