El Balonmano Atlético Valladolid se empleó a fondo ante el campeón de Liga y Copa que impuso la calidad de su primera línea y el juego en transición. Sin embargo, los gladiadores azules jugaron intensos en ataque y defensa, sorprendió a los blaugrana en velocidad en tramos del encuentro y logró que la diferencia en contra no fuera excesiva. Una temporada más, el Barça no hizo prisioneros en Huerta del Rey y aunque el Atlético Valladolid compitió y se esforzó por pelear el resultado, lo cierto es que el cuadro blaugrana que dirige Carlos Ortega demostró encontrarse en un momento dulce de forma y se llevó los dos puntos sin apuros.
Los hombres de Pisonero limitados desde los extremos ante las bajas de Dimitrioski y Manu García, trataron de no salir intimidado, probar sus recursos y tirar de repertorio táctico. La premisa era que el partido no se descontrolase y funcionaron las defensas abiertas, pero con el paso del tiempo el Barça no perdonó los errores pucelanos con sus letales transiciones. Diez minutos aguantó el Atlético Valladolid hasta que Dika Mem cogió el fusil y empezó a repartir juego. A partir de las recuperaciones defensivas y la velocidad de sus extremos al contraataque, los blaugrana endosaron un parcial de 1-7 y encarrilaron el encuentro, con el 7-14 en el marcador en el minuto 14.
Los pucelanos no se iban a rendir con Yeray Lamariano entonado en portería y las rotaciones que incluyeron el debut del jugador del filial Fran de Fuentes. Así, redujo la diferencia a 3, pero el alto ritmo del Barça se impuso y el cuadro catalán se marchó 7 arriba al descanso. En los segundos 30 minutos, el Balonmano Atlético Valladolid realizaba buenas conexiones con el pivote, pero la maquinaria del Barça no bajaba el pistón y gol a gol iba aumentando su diferencia superando los 10 de renta, poniendo el 18-29 en el luminoso en el minuto 37.
Con el choque ya decidido, el Balonmano Atlético Valladolid sorprendía a su rival cuando imprimía velocidad a su juego y hacía que la diferencia en contra no fuera en mayor aumento. De este modo, el cuadro de David Pisonero con un Yeray Lamariano muy efectivo bajo palos y su pundonor cosechó una derrota honrosa por once tantos ante una super plantilla como el Barça con el marcador final de 31-42.
