Sacrificadas más de 33.000 gallinas tras un nuevo brote de gripe aviar en Íscar

La detección precoz, fruto de la estrecha vigilancia que los Servicios Veterinarios Oficiales de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural están llevando a cabo en la zona afectada en la provincia de Valladolid ha vuelto a ser efectiva. Ante la aparición de mortalidades anormalmente elevadas en una explotación de gallinas ponedoras del municipio de Íscar, la Junta ha procedido a la inmovilización cautelar de esta explotación avícola que cuenta con un censo de 33.477 gallinas, localizada a 500 metros del foco detectado hace nueve días en el mismo municipio.

Como en ocasiones precedentes, una vez que se ha confirmado el brote, las medidas legales obligatorias consisten en el establecimiento de una zona de restricción que comprende dos zonas alrededor de la explotación afectada: una primera zona de protección basada en un radio de tres kilómetros desde el lugar del brote y una segunda una zona de vigilancia con un radio de diez kilómetros.

Dado que la explotación afectada está ubicada en el radio de la zona de protección comprendido hasta los tres kilómetros del primer brote, no se modifica la zona de restricción, no afectando a ninguna explotación avícola nueva y manteniéndose las medidas ya implantadas con la detección del primer brote en el municipio. En el radio de diez kilómetros hay 32 explotaciones, de ellas 18 en la provincia de Segovia y 14 en la provincia de Valladolid. 28 son de producción de carne, tres de producción de huevos y una de recría de ponedoras. El censo total que albergan las explotaciones de la zona de restricción es de 1.114.120 aves.

Hasta el momento, no hay constancia de que el subtipo H5N1 que durante los últimos meses está afectando a Europa tenga capacidad zoonósica significativa, es decir, su capacidad de transmitirse a las personas resulta muy reducida. No obstante, desde la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, se están llevando a cabo todas las medidas de revisión de bioseguridad y vigilancia para activar la detección temprana de cualquier otro caso y se recomienda minimizar el contacto innecesario con las aves que muestren síntomas clínicos o se hallen muertas en el campo. En cualquier caso, este virus no puede ser transmitido al hombre a través de carne de ave cocinada, ni de huevos o productos procesados derivados de ellos.

En esta zona de restricción se toman medidas que comprenden la prohibición, con carácter general, de los desplazamientos de aves desde o hacia esa zona, la repoblación de aves de caza, la celebración de ferias, mercados, exposiciones y otras concentraciones de aves. Del mismo modo, hay restricciones a los desplazamientos de huevos para incubar, de consumo y de productos de carne de aves. Adicionalmente, en toda la zona de restricción se están desarrollando labores de visita, censado y verificación de sintomatología clínica así como toma de muestras oficiales en las explotaciones avícolas situadas en esa zona.