Recuperar el espíritu del ascenso de 2012

La palabra sufrir -por desgracia- suele acompañar al Real Valladolid. Aunque no siempre la presencia de ese sentimiento deriva en algo negativo. Tan solo hay que recordar la final del playoff de la temporada 2011/2012, en la que el Pucela consiguió el ascenso tras superar a la AD Alcorcón en una intensa eliminatoria y tras una dura campaña. Así, 9 años después ambos equipos se vuelven a ver las caras en Zorrilla, donde aquella noche del 16 de junio los blanquivioleta celebraron la consecución de un objetivo que este curso también está presente: el regreso a Primera.

Antes de ese día, el Pucela derrotó (3-0) al Córdoba en el partido de vuelta de la semifinal del playoff, tras el 0-0 de la ida, gracias a los goles en el segundo tiempo de Óscar González, Jofre y Javi Guerra. Precisamente este último se convirtió en el protagonista de la última eliminatoria, en la que el conjunto blanquivioleta ganó (0-1) en el Santo Domingo con un tanto suyo.

El último se lo dejó para el gran día, anotando un gol que cerró la temporada y supuso el ascenso. Pero el camino no fue de rosas. El exblanquivioleta Fernando Sales igualó la eliminatoria justo antes del descanso, aunque al Real Valladolid no le temblaron las piernas y Guerra marcó tras finalizar una perfecta combinación que nació en un pase al espacio de Sisi para Óscar González, quien sirvió en bandeja el 1-1 al malagueño.

El resultado valía a los de Miroslav Djukic, pero tuvieron que sufrir hasta el final. Y eso que el Pucela tuvo en su mano ampliar la ventaja ante un Alcorcón volcado que no se rindió. Pero aquel día la fiesta tenía color blanquivioleta y todos -equipo, afición y ciudad- gritaron al unísono “¡Somos Valladolid!”; además de celebrar ese día en Zorrilla y al siguiente por las calles de la capital, finalizando en la Plaza Mayor.

Una seña que sirvió como empujón hacia Primera, lugar al que el actual Real Valladolid espera regresar al término de este curso. Para ello, este domingo (21.00 horas) tendrá que redireccionar el barco -que en aquel ascenso no salió por el Pisuerga- ante un rival que dejó muy buenos recuerdos en la retina de los blanquivioleta y al que espera derrotar para avanzar por la buena senda.