Narváez, llegar y besar el santo

Juan José Narváez se estrenó este lunes como jugador del Real Valladolid en un debut que jamás olvidará. El hispanocolombiano participó de manera activa en la victoria del Pucela ante la UD Almería, partiendo desde la banda a lo largo de los 20 minutos de los que dispuso ya que saltó al terreno de juego en el 78 en sustitución de Roque Mesa y el partido se prolongó hasta casi el minuto 100.

Además, su aportación fue importante ya que colaboró en la jugada del 1-0 al recibir y combinar con Kike Pérez, quien metió el pase de gol a Weissman. De esta forma Narváez, a sus 27 años, es el tercer jugador que debuta con el primer equipo del Real Valladolid en la presente temporada, después de los vallisoletanos Sergio Escudero y Roberto Arroyo. Una pieza más para poder alcanzar el objetivo de la permanencia.

Y es que lo de Narváez con el Pucela se podría decir que ha sido llegar y besar el santo. El jugador aterrizaba en Zorrilla a escasos minutos del cierre del mercado de fichajes y llegaba para suplir la baja de Toni Villa. Tras un par de entrenamientos a sus espaldas entraba en la convocatoria de jugadores para el encuentro ante el Almería, y Pacheta le dio la oportunidad de debutar.

Precisamente, en su puesta en largo como blanquivioleta, Narváez aseguró que viene con ilusión, humildad y ganas de trabajar. «Vengo con las pilas cargadas y muchas ganas de aportar al equipo en la posición de ataque para tratar de aportar al máximo y mostrar mi mejor versión», aseveraba. Ya en sus primeros días como jugador pucelano reconoció que el equipo le recibió con los brazos abiertos y dejó entrever el buen ambiente que se respira en el vestuario, como posteriormente, se pudo comprobar este lunes en la victoria ante el Almería.