Medina del Campo revive uno de sus acontecimientos históricos ocurridos en la Villa de las Ferias allá por el siglo XVI. Concretamente, el 5 de noviembre de 1556 el emperador Carlos V llegó a Medina del Campo entrando por la puerta de Valladolid. Más tarde fue recibido por las autoridades locales de aquel momento y puso rumbo al Palacio de los Dueñas, donde Don Rodrigo de Dueñas haría de anfitrión y le invitaría a pernoctar en su palacio para que al día siguiente pudiese proseguir su viaje rumbo a Yuste.
El Ayuntamiento de Medina del Campo junto a la Compañía Cristóbal de Mondragón, ha organizado este domingo 6 de noviembre la recreación histórica de la llegada de Carlos V a la Villa medinense en su último viaje. Esta cita que envuelve a todos los medinenses en la Edad Moderna mostró de la manera más fiel posible la llegada del emperador a la Villa de las Ferias y la posterior recepción en el Palacio de los Dueñas.
Según cuenta la historia, el emperador no deseaba fastuosos recibimientos ya que Carlos V había puesto rumbo a su retiro de Yuste y no lo consideraba oportuno, pero Rodrigo dispuso todo lo contrario, una recepción por todo lo alto. Al monarca parece que no le agradó en demasía tal recepción. Carlos V lo que realmente quería era abonar las deudas que el monarca había contraído con Rodrigo de Dueñas y que tenía pensado abonarle durante la estancia en palacio.
Don Rodrigo en su enésimo alarde de ego decidió poner ante el emperador un brasero con palos de canela de Ceylán, uno de los artículos más caros de la época, para que el monarca se calentara, y Rodrigo decidió encender el brasero con los pagarés de las deudas que Carlos V tenía con él. El emperador se lo tomó como una ofensa y del enfado expulsó a Rodrigo de su propio palacio ya que no quería tenerle ante él en ningún momento. A la mañana siguiente Carlos V proseguiría su camino rumbo a Yuste.
A partir de las 12.30 horas, Medina del Campo daba la bienvenida al emperador. Carlos V entraba en la localidad vallisoletana en su trono por las principales arterias desde la calle Valladolid, calle Padilla hasta la Plaza Mayor. Allí las autoridades municipales entre ellos el alcalde de Medina del Campo, Gumán Gómez, la concejala de Turismo, Nadia González y otros ediles saludaban al emperador desde el balcón del Ayuntamiento. Seguidamente, la comitiva desarrolló un colorido e histórico recorrido desde la Casa Consistorial de Medina hasta el Palacio de Dueñas. Allí, Rodrigo de Dueñas recibió al Emperador ante la atenta mirada de los allí presentes.
Y aún casi con los ecos de la Semana Renacentista, celebrada a mediados del mes de agosto, Medina del Campo recibió al emperador Carlos V y a toda su corte en una mañana de época y de historia. Este acontecimiento marca la vida de Medina de Campo ya que la Villa de las Ferias tuvo un papel fundamental durante el reinado de Carlos V en las finanzas y en el comercio de la Castilla del siglo XVI.