Durante este fin de semana, los miembros de la Plataforma para el Soterramiento del Ferrocarril han estado recogiendo firmas en los túnel y en la pasarela del Camino de la Esperanza (Plaza Crepúsculo), para comprobar junto a los ciudadanos que los túneles bajo las vías del tren, tal y como se recoge en el proyecto de «integración ferroviaria» propuesto por el gobierno municipal, no son la solución a los problemas que genera la separación por el muro del ferrocarril, ni es el proyecto de regeneración urbanística que necesita Valladolid para proyectarse hacia el futuro. Los túneles no conseguirán potenciar el desarrollo industrial, económico y social que mejoren la calidad de vida de los ciudadanos de Valladolid.
Para los miembros de la Plataforma los túneles y pasarelas son soluciones de mediados del siglo XX, cuando no se disponía de los recursos económicos ni técnicos para desarrollar proyectos de esta envergadura. En este momento, «los túneles no eliminarán el largo muro que separa la ciudad ni los problemas de segregación que genera». El ejemplo más claro es el nuevo túnel de Pilarica, donde los vecinos han podido comprobar como «no han resuelto sus problemas de accesibilidad ni ha facilitado la convivencia entre los vecinos de ambos lados de las vías del tren, manteniendo la división y segregación existente».
Los miembros de la Plataforma están «muy satisfechos» de esta jornada y de la participación de los ciudadanos, seguros de que ha sido un impulso más para conseguir su objetivo y lograr que el soterramiento sea una realidad que haga de Valladolid una ciudad más integradora acercando a las personas, más compacta facilitando el acceso de todos los ciudadanos a los servicios esenciales, y más ecológica y sostenible creando un espacio verde en el centro de la ciudad que, además, reducirá el uso del vehículo.
