Los pacientes de párkinson piden en su Día Mundial más neurólogos y atención para los diagnósticos

La Casa Consistorial y la Cúpula del Milenio se teñirán hoy de color naranja como muestra del apoyo del Ayuntamiento a la Asociación de Párkinson de Valladolid que trabaja para informar a la sociedad sobre los síntomas de esta enfermedad, en un afán de contribuir a derribar prejuicios y estereotipos sobre las personas afectadas. El párkinson se asocia comúnmente a síntomas motores, pero esta patología también provoca una amplia variedad de síntomas no motores que, a menudo, resultan más incapacitantes y tienen un gran impacto en la calidad de vida de las personas. El alcalde, Óscar Puente, junto a otros miembros de la Corporación Municipal han acudido a la sede del colectivo para expresar el respaldo a todos los afectados y sus familias.

Con motivo del 11 de abril, Día Mundial del Párkinson, la Federación Española de Párkinson (FEP) y sus asociaciones federadas lanzan la campaña ‘Dame mi tiempo’ con el objetivo de avanzar hacia una sociedad más sensibilizada que incorpore una imagen ajustada a la realidad de las personas con párkinson, y en consecuencia, que esto repercuta de manera positiva en su día a día. Se estima que el párkinson afecta a más de 2.000 personas en Valladolid y provincia más de 160.000 personas en España y a más de 8’5 millones de personas en todo el mundo. Sin embargo, el desconocimiento en torno a la enfermedad y sus síntomas provoca una concepción del párkinson rodeada de estereotipos y prejuicios.

Este desconocimiento, explica Alicia Campos, directora de la Federación, «provoca que, en muchas ocasiones, no se respeten los tiempos que las personas con párkinson necesitan en el desarrollo de su actividad diaria y en el desempeño de su vida social». Por ello, y bajo el lema ‘Por unas relaciones sociales que respeten los tiempos de las personas con párkinson’, la campaña ‘Dame mi tiempo’ pretende abordar la enfermedad desde una mirada larga que permita a la sociedad entender y conocer, a través de los relatos de las propias personas afectadas, cómo la falta de conocimiento impacta de manera directa en su día a día.

Desde el colectivo solicitan con urgencia más neurólogos en Castilla y León puesto que la atención es, a su juicio, precaria, y además, reclaman más ayudas para el día a día tanto de los pacientes como de las propias familias. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), a nivel global la población no está bien informada sobre el párkinson, lo que puede dar lugar a suposiciones erróneas. Este desconocimiento provoca que, en muchas ocasiones, no se respeten los tiempos que las personas con párkinson necesitan en el desarrollo de su actividad diaria y en el desempeño de su vida social. El párkinson provoca una serie de síntomas motores y no motores.

Sin embargo, lo que muchas personas desconocen son las fluctuaciones en los síntomas que las personas con párkinson pueden experimentar a lo largo de un mismo día. Estos cambios son imprevisibles, limitan gravemente la calidad de vida de las personas con párkinson e impactan directamente en sus relaciones sociales. Los bloqueos de la marcha, la lentitud de movimientos, la falta de equilibrio al caminar, la rigidez facial o la alteración de la voz son síntomas desconocidos de la enfermedad que, si se manifiestan cuando las personas con párkinson están en espacios públicos o eventos sociales, les sitúan en una posición vulnerable ante las miradas, gestos y actitudes de una sociedad que desconoce la verdadera complejidad de esta enfermedad.

Inés, Rufino, Pepa, Enrique y Emilia, protagonistas de la campaña, tienen párkinson desde hace años y, aunque el diagnóstico es común a todos ellos, la forma en la que se manifiesta la enfermedad en cada una de las personas es diferente. Por ello, este año la FEP tiene un doble objetivo. Por un lado, sensibilizar a la sociedad sobre cómo afectan los síntomas del párkinson a las relaciones sociales y, por otro lado, aportar herramientas sobre qué podemos hacer como sociedad para mejorar la calidad de vida y las relaciones sociales de las personas afectadas. Porque, como asegura el presidente de la Federación, Andrés Álvarez, «sólo desde el respeto a los tiempos podremos avanzar hacia una sociedad más justa, más empática y más sensibilizada».