La Agrupación Vallisoletana de Comercio, Avadeco, demanda a las administraciones con competencias en el sector que coordinen acciones de respuesta efectivas dirigidas a dar estabilidad y garantizar el futuro de un sector del que dependen más de 20.000 puesto de trabajo directos en la provincia de Valladolid.
«La inflación desbocada y el incremento desorbitado de los precios de la energía agravan aún más los problemas que arrastraba el sector del comercio tras la pandemia, por lo que es necesario que se pongan en marcha de forma urgente paquetes de medidas que ayuden a estabilizar un sector en claro riesgo», ha defendido el presidente de Avadeco, Alejandro García Pellitero.
En este sentido, la Agrupación Vallisoletana de Comercio cree que la respuesta debe llegar desde dos administraciones que tienen la capacidad de diseñar las políticas globales: el Gobierno de España y la Junta de Castilla y León. «En un momento en el que se está diseñando el nuevo Ejecutivo autonómico, el comercio debe tener el peso que merece como sector estratégico del que dependen más de 20.000 familias solo en nuestra provincia», ha indicado García Pellitero quien ve necesario que al frente de la Dirección General haya una persona con «perfil profesional, con conocimiento profundo de la materia sensible a las demandas de los comerciantes».
Las políticas autonómicas deben dirigirse a favorecer el proceso de transformación en el que está inmerso el comercio, con estímulos a la digitalización y a la promoción de un modelo que contribuya a mantener la actividad y el empleo en ciudades y pueblos de Castilla y León.
Asimismo, Avadeco ha remitido a la ministra de Industria, Comercio y Turismo del Gobierno de España, Reyes Maroto, a través de la Confederación Española de Cascos Históricos (Cocahi), un paquete de medidas de urgente aplicación para salvar al comercio tradicional ubicado en los cascos históricos, ante la crisis que viene sufriendo en los últimos dos años.
Entre ellas destaca la necesidad de poner en marcha un Plan Nacional de Recuperación Económica del Comercio y Turismo con un marco de actuación que va desde este año 2022 y que tendría su final el 31 de diciembre de 2027, y cuyo objetivo es frenar el cierre y la quiebra de numeroso negocios y empresas, al mismo tiempo que evitar la destrucción masiva de puestos de trabajo y el debilitamiento del tejido productivo, con todo lo que ello conlleva, y enderezar la situación actual.
Dicho plan debe recoger medidas fiscales que sirvan para paliar la delicada situación por la que atraviesa el sector comercial de los Cascos Históricos; y contribuyan a la dinamización económica y del empleo.