Las personas con parálisis cerebral reivindican en su día el derecho a una vida independiente y a tomar sus propias decisiones

El 6 de octubre se celebra el Día Mundial de la Parálisis Cerebral, una fecha dedicada a los pacientes con esta condición y a sus familias con el objetivo de visibilizar y reivindicar sus necesidades y darles el apoyo que necesitan. En la lectura del Manifiesto se ha destacado que «la vida independiente de las personas con parálisis cerebral y grandes necesidades de apoyo desde la toma de decisiones. Las personas estamos hechas de decisiones. La vida es un camino. Y en cada uno de sus cruces elegimos hacia a dónde ir. Decidir nos permite construir la persona que queremos ser, la vida que deseamos vivir».

La Plaza Mayor ha sido el escenario elegido para dar lectura del manifiesto, acto al que han asistido el concejal de Planeamiento Urbanístico y Vivienda, Manuel Saravia, el concejal de Planificación y Recursos, Pedro Herrero, el concejal delegado especial de recursos Humanos, Juan Carlos Hernández, la concejala de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, María Sánchez, la concejala de Innovación, Desarrollo Económico, Empleo y Comercio, Charo Chávez, el concejal de Salud Pública y Seguridad Ciudadana, Alberto Palomino, la concejala de Servicios Sociales y Mediación Comunitaria, Rafaela Romero, la concejala de Educación, Infancia, Juventud e Igualdad, María Victoria Soto, y el concejal de Participación Ciudadana y Deportes, Alberto Bustos, además de otros miembros del Corporación Municipal.

En España viven 120.000 personas con parálisis cerebral. El 80% de ellas tienen grandes necesidades de apoyo, esto es, precisan de ayuda de otra persona 24 horas al día, siete días a la semana. «Hoy queremos recordar que no hay debate sobre el futuro de las personas con discapacidad sin contar con todas las personas con discapacidad. Incluyendo a las que tienen parálisis cerebral. Incluyendo a las que viven con grandes necesidades de apoyo. Atender y apoyar con un enfoque de derechos también es escuchar que las personas con grandes necesidades de apoyo precisan de recursos especializados. Promover la vida independiente en comunidad es transformar estos recursos en base a tres ideas básicas: El respeto de deseos y preferencias, la participación para expresarlos y una oferta de apoyos suficiente, ajustada y flexible con las necesidades de cada persona», exponen.

En este Movimiento Asociativo ya handado los primeros pasos en favor de la vida independiente en comunidad de quienes tienen grandes necesidades de apoyo y lo han hecho superando muchas dificultades. En 2018 denunciaron que ninguna comunidad autónoma cubría la totalidad del coste de una plaza de atención a la parálisis cerebral, precarizando a las entidades y poniendo en riesgo la calidad de vida de las personas con grandes necesidades de apoyo.

Durante la pandemia han sostenido la atención a estas personas y a sus familias, asumiendo una factura de 12 millones de euros que aún hoy, incluso con la promesa de los fondos europeos, está por cubrir. «Nuestro compromiso son las personas con grandes necesidades de apoyo. Nada nos ha detenido. Pero no podemos seguir solas. Las Administraciones Públicas deben sumarse a este cambio estructural y filosófico en favor de la vida independiente de las personas con parálisis cerebral y en línea con nuestra Convención de Derechos y con los Objetivos de Desarrollo Sostenible».

Para hacerlo posible proponen las siguientes medidas como garantizar la sostenibilidad de las entidades de atención directa, para seguir transformando sus servicios y promoviendo la participación de las personas con parálisis cerebral y grandes necesidades de apoyo en todos los ámbitos de su vida y para superar la crisis económica potenciada por la pandemia del COVID-19, agudizada por el contexto socioeconómico nacional y mundial. Incorporar el enfoque social de derechos a todas las normas reguladoras de prestación de servicios a la discapacidad y a la dependencia, contando en su elaboración con las entidades de atención a la parálisis cerebral como referentes en la prestación de apoyos especializados a las grandes necesidades de apoyo. También abogan por reconocer y normativizar la figura del asistente personal como una figura de participación, ajena a cuidados, terapias y al hogar, y facilitar el acceso a esta figura a toda persona que lo necesite.