Este miércoles se ha celebrado la Comisión Técnica de Valladolid Alta Velocidad en la que se ha detallado la evolución de las distintas obras de la integración ferroviaria en la ciudad. El concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Valladolid, Manuel Saravia, ha estado acompañado en dicha comisión por el alcalde, Óscar Puente, el concejal Pedro Herrero y técnicos de ADIF, Renfe y de la Junta.
Durante la reunión, Saravia explica que los proyectos «avanzan», entre ellos han analizado la situación de la Variante Este, en la que se trabaja en el drenaje del túnel y el montaje de la vía en su interior, sumado a esto se ha observado la segunda fase del Complejo ferroviario, en la que se encuentran desarrollando proyectos de instalación y electrificación, entre otros.
Por su parte, el edil de Urbanismo ha anunciado que las obras del paso subterráneo de las calles Panaderos y Labradores cumplen las «fechas previstas». «Hemos tenido que hacer algún desajuste pero avanza bien», señala Saravia. Esta zona ya cuenta con el cajón del túnel terminado, que permite «el paso del tráfico rodado desde Panaderos y se ha concluido la losa de deslizamiento de la parte peatonal».
También el proyecto de la calle Padre Claret está ya aprobado, y se llevará al Consejo del próximo día 27 de mayo por la licitación para adjudicar las obras. Asimismo, las iniciativas de los otros tres pasos de la línea de Ariza «van muy bien» y Saravia confía en que a finales de este mes «cuenten ya con un proyecto básico para su supervisión».
Finalmente, el concejal ha explicado la situación del depósito de locomotoras, que se encuentran «en estado precario». Saravia recuerda que el Ayuntamiento solicitó hace años su cesión para hacerse cargo del mantenimiento, pero se mantiene parado por un «pequeño problema» ya que una parte «no se puede desafectar porque está cerca de las vías», algo que no sucede con el resto de la superficie, que podría llevarse a cabo mediante una cesión anticipada. Incluso, añadió, en la parte que no se puede desafectar se solicita una concesión de al menos a 35 años «para salvar la posibilidad de hacer frente» desde el Consistorio al mantenimiento y conservación del depósito «de una manera más activa».