La protección de las mujeres que han sufrido algún tipo de violencia de género o agresión sexual es una prioridad máxima para la Junta de Castilla y León, que continúa ampliando la red de servicios de atención integral a este colectivo. En esta ocasión, la vicepresidenta del Ejecutivo autonómico y consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, ha presentado la campaña ‘Farmacia Punto SOS’ de ayuda a las víctimas de agresiones sexuales junto con la presidenta del Consejo de Colegios Profesionales de Farmacéuticos de Castilla y León, María Engracia Pérez Palomero, con el objetivo de que las farmacias se conviertan en Punto SOS -Seguridad y Orientación, Siempre-, para las víctimas, especialmente en el medio rural.
En un territorio poblacionalmente disperso como es Castilla y León, esta colaboración implica sumar más recursos para que las mujeres que han sufrido o sufren maltrato puedan pedir ayuda y ser atendidas eficazmente, lo cual se antoja más necesario en los pequeños municipios. De este modo, las 1.596 farmacias, de las cuales un 60% se ubican fuera de los grandes núcleos de población, son, a partir de ahora, otra puerta de entrada más a la Red de Protección, dotando a los profesionales de las herramientas necesarias y suficientes para anticiparse o detectar situaciones de riesgo. La campaña recoge una financiación de 120.000 euros, procedentes de fondos europeos, para hacer frente a un fenómeno complejo y heterogéneo como son las violencias sexuales. El objetivo principal es hacer de las farmacias entornos seguros para poder solicitar ayuda.
La vicepresidenta autonómica ha explicado que la proximidad, cercanía y confianza que inspiran en la población las oficinas de farmacia, sobre todo en el medio rural, las convierte en un aliado imprescindible para llegar a todo el territorio, especialmente en esa primera detección o atención a las víctimas de violencia de género o agresión sexual, puesto que en ellas, encuentran un lugar seguro y accesible. Además, estas personas pueden acudir en esos primeros momentos para recibir respaldo, ayuda y orientación hacia los recursos públicos de atención especializados, como son los centros de crisis o el centro virtual ‘Atiendo’. La pieza fundamental de esta campaña es hacer partícipe directo al personal farmacéutico. Se le va a dotar de instrumentos y recursos para que puedan ofrecer esa primera atención, como la aplicación de un protocolo informativo acerca de todos los recursos y servicios que la Junta pone a disposición de las víctimas o la formación necesaria para detectar casos de violencia de género.
Para los casos en los que la víctima acuda a la farmacia acompañada de su agresor, se hará visible en los establecimientos una sencilla señal no verbal abriendo y cerrando la mano con el pulgar doblado sobre la palma de la mano para, de este modo, alertar así a los profesionales de una situación de peligro. A través de una amplia campaña de sensibilización e información se advertirá a la población en general y a las víctimas en particular de que cuentan con otro punto de atención, desde el cual serán derivadas a la Red de Protección autonómica, donde podrán encontrar el debido respaldo sanitario, psicológico y social. La Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades y el Consejo de Colegios Profesionales de Farmacéuticos de Castilla y León comenzaron a colaborar en la lucha contra la violencia de género en 2017, a través de un convenio mediante el cual los farmacéuticos se formaron como agentes de detección y prevención. Posteriormente, durante la pandemia del coronavirus, lanzaron la iniciativa ‘Contra la violencia de género, Mascarilla 19’, mediante la cual las víctimas alertaban de una situación de riesgo solicitando una ‘mascarilla 19’ a su farmacéutico.
Con esta campaña, se refuerza de manera sustancial esta colaboración, que se extiende ahora a todo el territorio de Castilla y León mediante la transformación de las farmacias en auténticos fortines contra la violencia sexual y de género. Castilla y León cuenta con una Red de Servicios de Atención Integral a las Víctimas que actúa de manera permanente y eficaz y está presente en todas las etapas que atraviesan o pueden atravesar las personas afectadas. Se trata de una de las grandes apuestas de la Junta, que derivó la estrategia ‘Objetivo violencia cero’. La herramienta principal es el protocolo que recoge el proceso de atención integrada ante las agresiones sexuales, mediante el cual la Junta coordina a todos los profesionales que intervienen en la atención de las víctimas, fundamentalmente en las vertientes sanitaria, jurídica y psicológica. De hecho, cabe señalar que la asistencia letrada es gratuita, así como las consultas psicológicas necesarias para la recuperación de la víctima.