La ola de calor, el enemigo más feroz del cáncer de piel: El número de afectados se acelera en Valladolid en lo que va de año con más de 350 casos

Valladolid ha vivido una semana atípica en cuanto a la meteorología se refiere con temperaturas extremadamente elevadas superando durante las últimas siete jornadas los 40 grados en las horas centrales del día. Las autoridades sanitarias recomiendan extremar las precauciones para evitar golpes de calor así como consecuencias más severas como la aparición de tumores cutáneos. La Asociación Española Contra el Cáncer ha puesto en marcha desde el comienzo del verano una campaña especial destinada a informar sobre las medidas preventivas frente al sol y así evitar posibles enfermedades derivadas de una larga exposición a las altas temperaturas.

La campaña de sol engloba una amplia información sobre los tipos de cáncer en la piel que pueden aparecer en un largo tiempo por no cuidarse de manera adecuada durante la época estival, así como recomendaciones para protegerse de los rayos solares. «El sol tiene memoria», así alerta la Asociación Española Contra el Cáncer para concienciar a la población de que las consecuencias de una larga exposición al sol puede acarrear importantes deterioros en la piel después de mucho tiempo.

El cáncer de piel es el tipo de tumor más frecuente y se produce por el crecimiento anormal y descontrolado de células cutáneas que se han alterado por la radiación ultravioleta procedente de la luz solar o de las camas de bronceado, por eso se suele manifestar con mayor frecuencia en la piel expuesta al sol. Valladolid Plural ha analizado con María Martínez, técnico de Prevención de la Asociación Española Contra el Cáncer en Valladolid, la incidencia del cáncer de piel en nuestra provincia y toda la información de cómo cuidarse de la piel durante estos meses calurosos.

La experta vallisoletana apunta algunos consejos que desde la AECC recomiendan durante estos periodos como es evitar exponerse al sol en las horas puntas del día, es decir, entre las 12.00 y 17.00 horas porque la intensidad solar es muy fuerte. «Una vez que salimos a la calle es recomendable utilizar cremas solares adaptadas a las características de nuestra piel. A pesar de que el uso de protectores solares es común, la Asociación Contra el Cáncer alerta de que la población siempre se olvida de zonas muy importantes como el cuello, orejas o el cuero cabelludo y que son muy sensibles, y en especial, en el caso de los niños si tienen poco pelo».

Uno de los errores habituales que cometen las personas y que reduce drásticamente el efecto de las cremas solares es aplicarlas en el momento en el que ya estamos expuestos al sol, siendo lo adecuado realizarlo de manera contraria, es decir, aplicarlo antes de salir de casa y con la piel seca. Por último, también es imprescindible beber mucha agua, utilizar gorras o sombreros y no solo cuando veamos el sol sino que los días nublados es todavía más necesario, tal y como explica María Martínez: «La radiación del sol en los días que los rayos se cubren de nubes tienen consecuencias muy negativas para desencadenar un posible cáncer de piel».

Los casos de cáncer de piel están creciendo más rápido que cualquier otro tipo. En España, incrementan en un ratio del 10% anual llegando a más de 20.000 nuevos casos de cáncer no melanomas anuales. En todo el mundo, cada año se diagnostican 132.000 melanomas y 3 millones de casos de cáncer de piel no melanoma. Sin embargo, también es el tumor más prevenible, y cuando se detecta y se trata a tiempo, tiene buen pronóstico. Según los datos aportados a este periódico por la AECC, del año 2021 en Valladolid, melanomas de piel hubo más 61 casos diagnosticados y otros tipos de cáncer de piel sumaron 293 casos. A día de hoy durante este año, en la provincia de Valladolid hay 70 nuevos casos de melanomas de piel y 299 casos en otros cánceres.

La técnico de Prevención de la Asociación Española Contra el Cáncer también advierte que este tipo de consecuencias pueden aparecer con mayor incidencia en la población mayor por la falta de información aunque ninguna franja de edad está exenta de experimentar consecuencias cutáneas derivadas del sol. Asimismo, existen más casos de cáncer de piel en hombres que en mujeres, un 60% frente a un 40%.

Cabe recordar que el cáncer de piel es una enfermedad maligna producida por la división y crecimiento descontrolado de las células que la forman, con capacidad para invadir los tejidos y estructuras sanas de alrededor y en algunos casos, a otros órganos a distancia. Aunque se generalice hablando de cáncer de piel, existen varios tipos entre los que destacan de forma clara los melanomas y los carcinomas cutáneos. En ambos tipos, el principal factor de riesgo implicado en su aparición son las radiaciones solares, fundamental en los carcinomas, sobre todo las de tipo B (UVB) y las de tipo A (UVA). En la piel, estas radiaciones son capaces de producir mutaciones en el material genético ADN, de las distintas células que componen la piel e impedir su reparación, iniciándose así el proceso de la carcinogénesis o formación de un cáncer.

En el caso del melanoma es el tipo de cáncer cutáneo menos frecuente, aunque en los últimos años está aumentando de forma considerable. Las células afectadas son los melanocitos o células productoras de melanina, pigmento que da color a la piel. Las radiaciones solares entre otros factores, pueden alterar su ADN y comienzan a dividirse y crecer descontroladamente, invadiendo los tejidos sanos de alrededor y otros órganos a distancia. Los melanomas se desarrollan sobre todo en personas de piel y ojos claros con dificultad para broncearse y que han sufrido quemaduras solares, fundamentalmente en la infancia o adolescencia. La exposición puntual, excesiva e intermitente al sol se relaciona con su aparición, lo que explica que los melanomas se localicen preferentemente en zonas no expuestas al sol de forma habitual, como es el caso de la espalda y las piernas.

Por otro lado, los carcinomas cutáneos son los tumores más frecuentes del ser humano y además, en los últimos años se está produciendo un aumento de los mismos. Aparecen sobre todo a partir de los 50 años. Las personas expuestas al sol de forma crónica, como es el caso de los trabajadores al aire libre son los más afectados por estos tumores con gran frecuencia. Las lesiones se pueden localizar en la cara, el cuello o las manos, y ante la aparición de cualquier alteración, lesión nueva en la piel o el cambio de alguna ya existente, se debe consultar con el dermatólogo.

La Asociación Española Contra el Cáncer recomienda la autoexploración para localizar rápidamente alguna lesión cutánea sospechosa como manchas, costras, nódulos, úlceras o si tenemos en la piel lunares o manchas de nacimientos. También se debe observarlas si crecen o cambian de color y forma.