La huella que deja Verónica Forqué en Valladolid

Era uno de los rostros más reconocibles del cine español, y también, una de las voces más inolvidables. El mundo de la cultura española llora este lunes la pérdida de una de las actrices más queridas, Verónica Forqué. La triste noticia de su fallecimiento ha puesto los pelos de punta a todos aquellos que la han seguido a lo largo de su trayectoria. A los 66 años, la actriz ha sido encontrada muerta en su casa, y tal y como apuntan fuentes policiales, todo hace indicar que se podría haber quitado la vida.

Precisamente, en una de sus últimas apariciones televisivas, en el programa de ‘Masterchef Celebrity’ dejó unas sorprendentes declaraciones donde aseguraba que «necesito descansar, mi cuerpo y el universo me estaban diciendo necesitas parar». Un testimomio que dejó boquiabiertos al jurado del reality y a sus propios compañeros ya que finalmente se vio obligada a abandonar la edición por problemas de depresión.

La galardonada con cuatro Premios Goya también ha tenido su pequeña historia con la ciudad de Valladolid. En 1977 participó en la película ‘La guerra de papá’ de Antonio Mercero con tan solo 22 años, una obra basada en la novela ‘El príncipe destronado’ de Miguel Delibes. En numerosas ocasiones, la actriz se ha subdio a los escenarios del Teatro Calderón o del Teatro Zorrilla para representar algunas de sus obras y en las que no faltó en ninguna de sus actuaciones las más queridas ovaciones por parte de su público. La última, la más reciente fue en mayo de este mismo año cuando representó junto al actor vallisoletano Borja Maestre la obra ‘Las cosas que sé que son verdad’ en el Calderón.

Y si hablamos de cine y Verónica Forqué no podríamos pasar por alto su reconocimiento en la Semana Internacional de Cine donde en su 59ª edición recibió la Espiga de Honor a toda una trayectoria profesional. Un galardón que la actriz recibió en octubre de 2014 de manos del Jorge Sanz, quien destacó la «buena persona» que es la actriz ante todo. Forqué recibió este cariñoso comentario entre risas, agradeciendo al jurado su premio y desvelando que se sentía «como reina por un día» y que la Espiga era «muy bonita».

Verónica Forqué siempre se ha caracterizado por su espontaneidad y por ser una mujer que no se escondía sus sentimientos. Precisamente, tras recibir la Espiga de Honor de la Seminci, reconocía ante los medios que «los actores siempre tenemos esa cosa de los niños y es que que nos gustan que nos mimen, nos quieran y nos hagan mucho caso». Además, también aprovechaba este escenario para dar un tirón de orejas a los guionistas españoles ya que a su juicio, «las mujeres de mi edad interesamos poco a los hombres que escriben los guiones a los que les interesan mas las mujeres de menos de 30 años».

Además, la actriz madrileña también se dejó ver hace un par de años por la Seminci durante la presentación de ‘Salir del ropero’, obra en la que participaba junto a David Verdaguer, Alex O’Doherty e Ingrid García Jonshon, entre otros.

Precisamente, desde la Seminci también han querido tener un pequeño reconocimiento en el día de su muerte emitiendo un mensaje de pésame hacia la familia y amigos de la actriz. «Costernados por la muerte de la actriz Verónica Forqué. Una de las caras más reconocidas del cine español, cuya ejemplar trayectoria reconocimos con la Espiga de Honor de la 59 Seminci y que nos dejó un maravilloso recuerdo. Descanse en Paz».