La Diputación de Valladolid y Cáritas incorporan por primera vez en sus programas de atención y ayuda a familias vulnerables sin hijos

El presidente de la Diputación de Valladolid, Conrado Íscar, y el director de Cáritas Diocesana de Valladolid, Guenther Eduardo Boelhoff, han renovado este martes el convenio de colaboración entre ambas instituciones, dotado con 75.000 euros. Durante su intervención, Conrado Íscar ha recordado que la Diputación y Cáritas pusieron en marcha este convenio en 2013, «cuando más apretaba la anterior crisis económica, y que lejos de tender a desaparecer, se va consolidando y actualizando«, al tiempo que ha incidido en que «por desgracia en los últimos años el porcentaje de población en situación de pobreza no deja de incrementarse». «Si comparamos los datos entre el año 2019 y 2023, podemos comprobar que la situación y evolución en los últimos cuatro años es preocupante«, pues se ha pasado de un índice del 25,2% de la población al 26,9%.

En este sentido, el presidente provincial ha señalado que «muchas familias están viendo mes tras mes como la subida de las hipotecas, de la energía y de los alimentos les está colocando en una situación muy complicada. Para muchas familias, incluso con trabajo, la crisis sigue complicando su día a día». Por todo ello, el presidente de la Diputación ha insistido en que «somos conscientes de que hay que hacer frente a esa situación y en esa tarea es fundamental contar con la colaboración y trabajo de entidades del tercer sector que conocéis perfectamente la realidad. Y por eso nuestro compromiso con ese deber social de apoyar a las personas verdaderamente en situación de vulnerabilidad«. Asimismo, Íscar ha defendido el papel fundamental de Cáritas y de la Iglesia, y ha indicado que «debemos reconocer y agradecer el ejercicio de solidaridad que realiza y proyecta, y que contribuye a la cohesión de una sociedad, que más allá de las creencias de individuos o grupos, debe avanzar hacia una vida en común luchando por eliminar aquellas desigualdades que generan exclusión».

El convenio renovado hoy se articula en torno a seis programas de actuación que se van a desarrollar a lo largo de este año. El primero de ellos está destinado a la concesión de ayudas destinadas al alquiler de vivienda de colectivos en especial situación de vulnerabilidad y riesgo de exclusión social. El segundo programa lo componen diferentes acciones formativas que supongan la promoción personal y laboral de esos colectivos. El tercer programa es de la atención residencial, mediante la concesión de ayudas al alquiler, a las mujeres que ostenten la condición de mujer víctima de violencia machista. Así, el cuarto programa hace referencia al apoyo durante los períodos vacacionales escolares mediante la atención a las necesidades básicas esenciales, especialmente la alimentación, de los menores matriculados en enseñanzas obligatorias y de educación infantil que habitualmente utilicen los servicios de comedor de los centros educativos.

El quinto programa se centra en la concesión de ayudas destinadas al alquiler de vivienda de personas refugiadas procedentes del conflicto bélico de Ucrania y del Programa de Reasentamiento de personas con el estatus de refugiados en un tercer estado en colaboración con ACNUR y OIM. Y por último, el sexto programa se centra en el apoyo a las personas y familias en mayor situación de vulnerabilidad económica de la provincia para la adquisición de productos de alimentación, preferentemente alimentos de productores locales, así como otros productos de asistencia material básica, como complemento del Programa del Fondo Social Europeo de Asistencia Material Básica. Como novedad, a través de este sexto programa se pretende cubrir aquellas necesidades de personas y familias vulnerables que no reúnen los requisitos para acceder al Programa Básico. Por ejemplo, el de familias vulnerables que por no tener hijos a su cargo, quedan fuera de dicho Programa.