ENTREVISTA | Manuel Saravia: «Seguiré en política, pero no seré cargo público después de la actual legislatura porque los códigos éticos se hacen para cumplirlos»

El teniente alcalde y concejal de Planeamiento Urbanístico y Vivienda en el Ayuntamiento de Valladolid, Manuel Saravia, afronta su segunda legislatura en el equipo de Gobierno en coalición con el Partido Socialista. El edil de Valladolid Toma La Palabra se enfrenta a un momento decisivo tanto en su Partido como en su cargo en el Consistorio vallisoletano. Por un lado, Saravia junto a los otros dos concejales de VTLP, María Sánchez y Alberto Bustos, se topan con el Código Ético de su formación política en que se limita los dos mandatos posibles que fija la formación de izquierdas, y no podrían optar a un tercero en 2023.

Ante este escenario, Saravia es contundente y señala en una entrevista a Valladolid Plural que seguirá vinculado a VTLP e IU, aunque «no como cargo público porque los códigos éticos se hacen para cumplirlos». Además, el concejal de Planeamiento Urbanístico de Valladolid repasa estos ocho años junto a Óscar Puente, la relación entre ambos partidos, así como un análisis de los proyectos municipales de su área, en especial la integración ferroviaria y el no al soterramiento, una decisión que no termina de encajar en algunos sectores y partidos de la ciudad vallisoletana.

Pregunta. Estamos prácticamente finalizando la actual legislatura, ¿Qué valoración hace de los casi ocho años de Valladolid Toma La Palabra en el equipo de Gobierno en Valladolid?

Respuesta. Es verdad que estamos acabando la legislatura pero todavía quedan 8 meses. Queda mucho pero son unos 8 meses complicados porque cuando llegan las elecciones todo el mundo se pone nervioso. Queda todavía trabajo. En cuanto a la valoración de nuestro mandato en el equipo de Gobierno, salta a la vista que se han cambiado en casi todos los ámbitos municipales la forma de actuar y la política que se llevaba a cabo. Podemos hablar de movilidad, medio ambiente, agua, infraestructuras, urbanismo, política social… También es importante destacar que en este periodo se ha trabajado bastante bien en un gobierno de coalición. Hemos puesto por delante los intereses municipales y los puntos que teníamos en común y hemos sabido racionalizar las diferencias que han aparecido. Pero el resultado se ha visto en que nosotros hemos asumido cuestiones que planteaba el Partido Socialista y a nosotros no nos parecían tan necesarios, y por supuesto, ellos igual. Basta con ver los programas electorales y las cuestiones que se han ido ajustando. Estas dos cosas me parecen buenas para que haya una política estable durante estos 8 años y también que haya habido una política diferente a la que se venía haciendo, y sobre todo con un marcado acento social.

«Durante estos ocho años ha habido una política diferente, sobre todo con un marcado acento social»

Manuel Saravia, teniente alcalde del Ayuntamiento de Valladolid

P. En los últimos meses, usted junto a los otros dos concejales de Valladolid Toma La Palabra han sido noticia por no poder repetir bajo estas siglas en las listas electorales tras 8 años de mandato. ¿Con la nueva candidatura única entre ambas formaciones de izquierdas será posible que veamos de nuevo sus nombres como cabeza de lista?

R. No, esto es algo que estaba ya desde el principio del mandato. En 2019 ya se sabía que era el último y lo que se ha anunciado en los últimos días son reuniones entre los partidos que forman parte de la coalición de Valladolid Toma La Palabra que es Izquierda Unida y Equo, pero también Alianza Verde y Podemos, y todo ello, con la voluntad de llegar a una candidatura conjunta y única. Pero eso no significa que deje de valer el código ético que nosotros firmamos porque casi diría que lo acentúa.

P. El alcalde de Valladolid siempre ha defendido el papel de VTLP en la gestión del Ayuntamiento así como su implicación social en otros asuntos, ¿Cómo recibe usted estas palabras? ¿Ha valorado la opción de sumarse al proyecto socialista encabezado por Óscar Puente?

R. ¿Presentarnos en las listas de Óscar Puente? No, no, no. Lo digo con todo el respeto a quien se vea afectado y lo piense de esa manera. Puede que suene demasiado contundente, pero con esas cosas no se juega. Uno está en una formación política porque cree en los principios, criterios y valores de ese partido, y no puedes ir pasando de uno a otro. Con estas cosas hay que ser serios y no se juega.

P. En el marco de estas cuestiones, ¿Qué visión tiene de las próximas elecciones municipales con la irrupción de la extrema derecha? ¿Cree que una coalición entre PP-Vox puede ser posible en Valladolid a partir de 2023?

R. La coalición entre PP-Vox por supuesto que podría ser. Si ha sido en una Comunidad Autónoma puede ser en un ayuntamiento perfectamente, y de hecho ya han en otros sitios que están unidos en coalición. En estos momentos, precisamente ahora, en política los meses son una eternidad porque las cosas cambian muchísimo de un día para otro, pero hoy por hoy, Vox está en una situación bastante más débil y confusa o peor que hace unos cuantos meses. No solamente por las disidencias internas sino que políticamente parece que viven una desorientación. Yo tengo una teoría y es que como realmente lo que les une y les da fuerza es el no, el rechazo de derechos, de mejoras sociales, y la defensa de la vuelta a los años 50, pues eso parece que es lo que les une y cuando tienes la posibilidad de gobernar, como está sucediendo en Castilla y León, estás como perdido. Y esa es la crisis en la que se encuentran Vox, y parece que no serían muy buenos compañeros de gobierno.

Saravia durante la entrevista con este periódico | Valladolid Plural

P. Ahora ya entrando más en materia municipal, la pandemia ha frenado algunos proyectos, pero ya Valladolid está inmersa en el gran proyecto de integración ferroviaria, su carta más importante, ¿Está satisfecho de cómo avanzan las obras? ¿Qué plazos se manejan actualmente para la finalización de las primeras obras?

R. La integración ferroviaria es un proyecto muy complejo que cualquiera puede ver. Cualquier cuestión que esté por el medio ADIF o Renfe, es complicadísimo porque tienen una legislación propia, requerimientos propios y unas exigencias de funcionalidad. Y en este caso, como son distintas obras, están en distinta situación pero el proceso en general, la parte del norte de la ciudad, desde Andrómeda, Santos-Pilarica o Belén hasta la zona de Argales está avanzada y en marcha; pero la zona más baja podríamos decir que está en stand by. A pesar de que están en distintas fases, el túnel de Andrómeda ya está hecho, Rafael Cano también, los tres pasos que están previstos desde el Esgueva hasta la Estación van a iniciar las obras porque ya se ha adjudicado el de Padre Claret y los otros dos ya está el proyecto hecho. En este caso, no se pueden hacer los tres a la vez porque bloqueas. El proyecto de la Estación nueva está en marcha, y luego, el paso de Labradores y Panaderos está muy avanzado.

En cuanto a fechas, en los primeros meses del año que viene, quizá en enero, estará todo lo fundamental del paso peatonal y el de Recondo-Panaderos y hasta la Avenida Segovia estará todo hecho y queda pendiente el paso de vehículos de Labradores que a lo mejor acaba antes de mayo, aunque no está claro, puesto que es el paso más grande. Al otro lado, los tres de Ariza están los proyectos casi concluidos lo que pasa es que no se puede hacer la obra hasta que no se quiten los trenes que van por Ariza y estos tienen que ir hacia la variante. Luego, el proyecto de Arco Ladrillo está encargado también. Está todo en marcha. Los otros elementos que son críticos es la variante que se sigue haciendo y además es fundamental para vaciar Ariza, pero el proyecto de la estación de mercancías e intermodal con la playa de vías al lado de los nuevos talleres está en marcha. En conjunto toda la operación se ve en una forma gráfica, está en obras. Creo que es muy importante que se vea el avance porque es un proyecto para solucionar un problema de una manera, lo digo muchas veces, en la fórmula habitual en Europa. Nos podemos fijar en cualquier ciudad, desde Oslo hasta Ginebra y lo que se hace es este tipo de integración ferroviaria, y es una solución buena y que está en marcha.

P. ¿Cómo cree que los vecinos están recibiendo este proyecto ya que incluso existe una plataforma en defensa del soterramiento?

R. En primer lugar, la plataforma ha nacido porque ha habido unos cuantos promotores de la plataforma con nombre y apellido. Lo cierto es que en las elecciones de 2019 no es que fuera un tema importante, sino que era el tema en todos los debates para decidir si soterramiento o integración. Hubo unas elecciones que ganó el actual equipo de Gobierno, y además, Pilar del Olmo (PP) en una intervención que diría que le honra en plena toma de posesión, explicó que «no vamos a perder el tiempo en debates estériles, la ciudad se ha pronunciado, y ha aprobado el proyecto de integración». Luego más adelante, si he dicho que esta intervención le honra, ha tenido otras actuaciones posteriores que diría lo contrario, que le deshonran. Ella cree que podría tener ventaja electoral o política al sumarse a esta plataforma y eso claro que tiene seguidores, por un lado, todos los que defienden el soterramiento -y generalmente llevan el agravio comparativo de si se ha hecho en Murcia por qué no se hace aquí, al margen de que sean situaciones completamente distintas-, pero ese mensaje mueve muchísimo. Yo creo que en la ciudadanía hay una parte importantísima que aporta el proyecto de integración porque es un proyecto que se está construyendo, no es una promesa a diez o veinte años vista, y segundo, porque es un proyecto derivado porque hubo que asumir este proyecto y dejar el soterramiento porque en su momento había una deuda que ADIF planteó que había que ir a concurso de acreedores y si íbamos a este concurso de acreedores, no solo no hay soterramiento, ni integración ni traslado de los talleres. Cuando esto se planteó el momento era crítico.

«El soterramiento es un tema que se ha debatido, se ha expuesto y se ha llevado como tema crítico a las elecciones»

Manuel Saravia, concejal de Planeamiento Urbanístico del Ayuntamiento de Valladolid

P. Precisamente, Pilar del Olmo en una entrevista concedida en este medio de comunicación señalaba que habría que haber hecho una consulta ciudadana para que los vecinos también eligiesen los vecinos, ¿Qué le parece esta opinión?

R. Si eso la hubo con las elecciones de 2019. Solo hay que ver los debates electorales que era el tema central. Ha habido hace unos meses una Audiencia Pública solicitada por los vecinos para informarse sobre el proyecto de integración ferroviaria, y que por cierto, Pilar del Olmo no quiso estar y prefirió estar en la Plaza Mayor manifestándose en contra del equipo de Gobierno en lugar de estar en la Audiencia Pública preguntando lo que hubiese querido. En los plenos, por ejemplo, no ha habido tema más debatido que el soterramiento, podríamos decir que en todas las sesiones sale algún tema relacionado con el soterramiento. Es un tema que se ha debatido, se ha expuesto y se ha llevado como tema crítico a las elecciones

P. El Ayuntamiento de Valladolid está apostado en la actual legislatura por la vivienda social y juvenil para asentar población en la ciudad y favorecer la emancipación de los más jóvenes, ¿Qué demanda existe de este tipo de hogares en Valladolid?

R. Demanda de vivienda obviamente que hay en Valladolid y más aún de vivienda joven, y una de las cosas que vamos a plantear son viviendas joven asequibles con un precio mucho más reducido. Hasta ahora, hemos estado centrados en varios frentes con el desarrollo de nuevas viviendas en todas las áreas, al norte en la Avenida de Burgos, al sur en El Peral, en Villa de Prado al Oeste o en Delicias al Este. También son necesarias las viviendas blancas, es decir, para los que menos recursos tienen de acceder al mercado y puedan disponer de una vivienda con un alquiler que nunca supere el 30% de sus ingresos. Luego hay un grupo de demanda que es el de vivienda joven, que no es vivienda blanca, pero que son personas que tienen unas necesidades especiales con unas posibilidades de pago reducidas y ahí es donde vamos a construir vario núcleos como en el Canal de Castilla donde estamos adquiriendo 60 viviendas, el proyecto de La Azucarera está prácticamente hecho con una promoción de 40 domicilios, y además, hemos cedido dos parcelas a la Junta de Castilla y León para viviendas de protección. De manera, que estamos planteando distintas alternativas con viviendas blancas, el programa de alquiler Alva para que propietarios puedan entregar al Ayuntamiento su vivienda, para que nosotros la alquilemos a aquellas personas que tienen necesidad de viviendas, con un precio por debajo del mercado, y de esta manera, nosotros le damos a los dueños todas las garantías con el pago regular y un seguro de la vivienda.

P. El Teatro Lope de Vega y Las Catalinas, dos proyectos urbanísticos muy importantes para la ciudad ya tienen forma, ¿Qué van a suponer para Valladolid? ¿Está contento con el avance de estas transformaciones a pesar de la demora inicial?

R. Son dos enclaves muy característicos y singulares de la ciudad con un gran valor histórico y sentimental. Es verdad que los dos están con problemas ya que pasaba el tiempo y en el espacio de Las Catalinas veíamos desde que se fueron las monjas allá por 2009 que no se actuaba. Lo mismo ocurría en el Teatro Lope de Vega a pesar de que había un proyecto por aquella época y que no se hizo. Finalmente, lo que hemos hecho en ambos casos es adquirirlos, y en el caso de Lope de Vega hemos adjudicado ya un equipo de arquitectos muy solvente que lo están haciendo ya en un plazo de cuatro meses, y una vez que esté el proyecto empezaremos con la obra. En Las Catalinas se ha hecho una obra que va muy bien, en el interior del edificio donde residían las monjas que era el que peor estaba para consolidarlo y reforzarlo. También se ha hecho un Plan Director que lo que tiene que aprobar la Junta, que por cierto lleva bastante retraso, en el cual se especifican los usos y características y forma de actuar que se pueden plantear en este espacio.

P. El antiguo Cine Castilla también es otro de los espacios que el Ayuntamiento quiere recuperar para su uso, ¿Cómo avanza el proceso y qué planes hay para revitalizarlo?

R. Todo va tan despacio. En la anterior legislatura de la Junta de Castilla y León solicitamos el enclave a la Consejería de Cultura, y lo primero que teníamos que hacer era limpiar el expediente porque en el interior de este espacio hay una vivienda, un bar, y además, hay deudas con el pago de algunas facturas, entonces no se podía tramitar la cesión. Una vez que estas operaciones estaban solventadas, la Consejería de Hacienda nos ofreció una cesión de uso y esto conllevaba la realización de las obras por parte del Ayuntamiento pero el edificio seguía siendo propiedad suyo, y era una posibilidad que no nos agradaba puesto que estamos cediendo parcelas municipales a propiedad de la Junta, y esto que nos planteaba suponía mucho esfuerzo. Tras varias reuniones, hemos llegado a un acuerdo que nos lo van a ceder pero hay que hacer unos documentos que es en lo que estamos, y una vez nos lo cedan empezaremos a hacer las obras. Así como el Lope de Vega por dentro está mejor de lo que se podía esperar, el Cine Castilla está fatal, y ya adelanto que la obra va a ser muy difícil.

P. Valladolid está creciendo urbanísticamente y está experimentando una transformación muy importante, pero, ¿Qué proyectos le quedan a la ciudad para seguir con está transformación?

R. Quedan muchos, pero hay uno que yo creo que es muy muy importante. Es de esos proyectos que si se hacen y se hacen bien y pasan en ocasiones desapercibidos al igual que el saneamiento de calles. Este es el acceso a las carreteras porque hay una coraza alrededor de todas las ciudades, y en Valladolid también, y es que en el centro hay peatonalizaciones y puedes moverte con el coche y andando bien, pero en las salidas de las ciudades es una situación criminal porque para los peatones o ciclistas es muy peligroso. Ahora mismo, estamos en dos proyectos y que empezaremos a desarrollarlos lo antes posible porque hasta ahora hemos tenido muchísimos problemas de todo tipo. Uno en el Camino Viejo de Simancas y otro en la carretera de Fuensaldaña, y hay más que ejecutar porque no se sale y entra de las ciudades a los núcleos cercanos con seguridad. Incluso hay proyectos programados en un tramo en la Ronda Interior para mejorar la permeabilidad peatonal entre la ciudad central y la corona exterior. También podríamos hablar de más aparcamientos disuasorios y que contribuyen a mejorar la ciudad existente

P. Ya por último, sabiendo la situación de cara a las elecciones municipales, ¿Sabe ya que va a hacer Manuel Saravia una vez finalice la actual legislatura en 2023?

R. Seguiré en política porque sí, creo que está bien. Seguiré vinculado a las formaciones de Valladolid Toma La Palabra, a Izquierda Unida en las que he venido trabajando. Pero no seré cargo público, eso lo tengo claro, porque la limitación de mandatos y los códigos éticos se hacen para cumplirlos.