Triunfo en Cáceres para cerrar una liga histórica del Real Valladolid Baloncesto por 81-87. No sin sufrimiento y tras un partido bronco, el cuadro de Paco García cifró en 22 su mejor marca de victoria en la LEB Oro, las cuales valen para finalizar la fase regular en la quinta posición y con factor campo en los playoffs. Tras las victorias del resto de rivales directos, ICG Força Lleida finaliza en el sexto puesto y será el rival de los blanquivioleta en una serie al mejor de cinco que abre el Polideportivo Pisuerga este jueves 25 y que continuará el sábado 27 con el segundo asalto.
Pero antes de escribir un nuevo capítulo, un nuevo hito en los anales de las ardillas, al Pucela Basket le tocó sufrir y sudar tinta china para lograrlo. Nada nuevo bajo el sol ante un Cáceres Patrimonio de la Humanidad sin objetivos, pero siempre combativo y ambicioso para clausurar el curso con una alegría. El duelo prometía ser un constante cruce de golpes en forma de canastas por parte de ambos equipos, dos consecutivas de Romaric Belemene, en la que fue su casa durante la temporada pasada, fueron respondidas con un parcial de 6-0 por parte de los extremeños, comandados por un incombustible Dani Rodríguez y un Sasa Borovnjak indescifrable en la pintura.
Todo discurría según lo esperado. Un primer cuarto tremendamente igualado y en el que ambos equipos sacaron sus máximas garantías. Tal fue el nivel expuesto que ni Roberto Blanco ni Paco García tuvieron la necesidad de pedir tiempo muerto en un asalto inicial que pudo acabar de forma positiva para los vallisoletanos, pero Kovacevic no anotó el triple del que dispuso sobre la bocina (21-20). Quien sí iba a comenzar anotando de tres en el segundo período era Greg Gantt, el cual permitiría, junto a una penetración de Pantzar, instalar un parcial inicial de 11-3 en favor de los castellanos, lo que provocaría que, a falta de seis minutos para el descanso, Roberto Blanco solicitara el primer tiempo muerto del encuentro.
Parada que se iba a antojar más que importante, ya que desencadenaría tres triples consecutivos de Cáceres Patrimonio de la Humanidad y, por ende, un parcial de 10-0 en favor de los locales, el cual serviría para que los extremeños tomaran las riendas del partido. Réplica instantánea de un equipo sin presión, disfrutando con un juego alegre y rápido. Y tras el tiempo muerto solicitado por Paco García también se iba a ver una respuesta inmediata por parte de sus pupilos, un parcial de 2-8 devolvería la ventaja a los vallisoletanos, los cuales estuvieron comandados por un titánico Álex Mazaira, que sumó 3 puntos, 4 rebotes y un robo en apenas 4 minutos jugados por el gallego.
A falta de dos minutos y medio para la conclusión de la primera parte se detuvo el encuentro durante 10 minutos para atender a un aficionado cacereño que sufrió un mareo. Por suerte, todo quedó en un susto y lo que pasaba en el parqué no tardó en volver a ser lo importante de lo que sucedía en el Pabellón Multiusos. La primera parte, así, finalizó con otro parcial considerable (3-10) en favor de los de Paco García, el cual permitiría a las ardillas marcharse con una pequeña renta al túnel de vestuarios con el 41-44.
Un triple de Mike Torres y dos mandarinas prodigiosas de Vasileiadis darían comienzo a un tercer cuarto en el que la tensión iba en aumento y, con ello, el continuo desfile de faltas que obligaría a ambos entrenadores a realizar cambios apenas sobrepasados los cuatro minutos de tercer cuarto. Cáceres Patrimonio de la Humanidad, a pesar de haber comenzado por detrás en el marcador, utilizaría un parcial de 9-0 a favor para ponerse por delante en el electrónico. Parcial que iba a ser respondido, como era de esperar, con otro por parte de los vallisoletanos. Este también sería de 0-9, solo que del otro lado de la canasta, con un imperial Kevin Allen con 16 puntos y 6 rebotes al final.
La tensión, las técnicas a favor y en contra de ambos equipos, la grada de un Multiusos que rugía de rabia en cada falta y de alegría en cada triple de Hasbrouck, y un marcador tremendamente igualado, eran todos los factores que formaban una combinación perfecta para tener un último cuarto de infarto. El partido trascendía con golpes a la sien constantes por parte de ambos conjuntos, destacando a un Bracey estelar en el perímetro para los extremeños y a un eléctrico Mike Torres por parte de los castellanos. Ninguno de los dos equipos daba el golpe lo suficientemente fuerte en la mesa como para separarse en el marcador, hasta que cuatro tiros libres anotados, de forma consecutiva, por Mike Torres con 20 tantos se antojarían definitivos. El hispano-dominicano, con sangre fría, certificaba la victoria pucelana.
Tras la conclusión del encuentro, el Real Valladolid Baloncesto completaba una histórica campaña con 22 triunfos, la mejor cifra en su historia, un quinto puesto formidable y el factor cancha en los playoffs. ¿El rival? ICG Força Lleida en una eliminatoria al mejor de cinco que comienza este mismo jueves 25 en el Polideportivo Pisuerga y que continuará el sábado 27 con el segundo asalto. El Barris Nord ilerdense será visitado por el RVB los días 1 y 3 de junio y el hipotético quinto partido se disputaría en el Polideportivo Pisuerga el jueves 8 de junio.