El Rey Felipe VI ha inaugurado este jueves la nueva Línea de Alta Velocidad entre Madrid y Burgos que se enmarca en el ‘Nuevo Acceso Ferroviario al Norte y Noroeste de España’, como parte de uno de los 14 proyectos prioritarios de la Comunidad Europea, en particular el proyecto número 3 del Eje Atlántico Ferroviario Europeo.
Su Majestad se ha subido al AVE en Madrid en la estación Chamartín-Clara Campoamor y durante el trayecto, ha estado acompañado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Ambos han hecho parada a las 11.48 horas de este jueves en la estación de Campo Grande-Miguel Delibes en Valladolid donde les estaban esperando la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, y el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, entre otras figuras.
Tras los saludos y los posados oficiales, todas las autoridades pusieron rumbo, muy cómodos en los vagones del nuevo AVE, a la capital burgalesa donde concluye la línea y el acto inaugural. Este nuevo trayecto del AVE comienza su recorrido en Madrid y llega hasta Burgos en hora y media, y desde Valladolid a Burgos la duración es de 38 minutos.
La llegada de la alta velocidad a Burgos, tras una inversión de 759 millones de euros, extiende la red ferroviaria del AVE en Castilla y León, donde entra desde Madrid, a través de los túneles de Guadarrama para dirigirse hacia Segovia, Valladolid, Palencia y León; Olmedo (Valladolid)-Zamora, Sanabria y Galicia, y ahora hacia la capital burgalesa.
El alcalde de Valladolid, Óscar Puente, valoraba este avance en comunicaciones «en un día de esos que quedan para la historia». Además, destaca que es «un privilegio poder asistir representando a mi ciudad y a la ciudadanía». En este sentido, el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, celebraba también la línea de Alta Velocidad Madrid-Burgos, y avanza que abordará con el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, el próximo jueves en Moncloa, las infraestructuras pendientes en Castilla y León como las líneas férreas en Ávila y Soria, el tren directo de mercancías Madrid-Aranda-Burgos, la autovía del Duero o el Corredor Atlántico.
El presidente de la Comunidad castellana y leonesa ha destacado que Burgos se sitúa en el mapa de la Alta Velocidad, conectada a Palencia, Valladolid, Segovia y Madrid, y abriendo las puertas a la futura conexión con Vitoria y el resto de capitales vascas.
La nueva infraestructura, además de reducir los tiempos de viaje, mejora la fiabilidad y capacidad de las circulaciones y optimiza las conexiones con el País Vasco. Este eje cuenta con doce viaductos y dos túneles. Así, uno de ellos salva el río Pisuerga, 1,1 kilómetros, y el de mayor longitud del trazado, la Autovía de Castilla A-62 y el río, con un total de 1,3 kilómetros.
La nueva línea parte del triángulo o nudo ferroviario de la localidad de Venta de Baños, constituido en un nodo que conecta la línea Valladolid-Palencia-León-Asturias con la de Venta de Baños-Burgos-Vitoria-Frontera Francesa. De esta forma, permitirá realizar circulaciones directas y transversales entre estas líneas y las ciudades de Valladolid, Palencia y Burgos.