Septiembre fue un mes malo, muy malo para el Real Valladolid. Para olvidar. Tras un buen arranque de competición, los blanquivioleta encajaron tres derrotas seguidas -Burgos CF, CD Tenerife y Girona CF- que les hacían acumular un importante déficit de puntos.
La victoria ante el Alcorcón, todavía en septiembre, sirvió para dar la bienvenida a un otoño que por el momento es francamente bueno para el Pucela. Los de Pacheta encadenan siete partidos sin perder y en octubre cosecharon un botín de doce puntos en seis encuentros gracias a las victorias ante CD Leganés, Real Sporting y SD Eibar, y a los empates ante SD Ponferradina, Málaga CF y UD Ibiza.
Pero más allá de los puntos, por supuesto esenciales en esta larga y complicada andadura, el Real Valladolid se aferra a las buenas sensaciones que han conseguido encandilar a sus aficionados. Por delante, ya en noviembre, esperan cinco partidos -SD Amorebieta, CD Mirandés, CF Fuenlabrada, UD Almería y FC Cartagena- que ojalá confirmen la buena marcha de un equipo ahora instalado en la zona noble de la tabla. Queda mucho pero octubre ha servido para reparar septiembre.