La secretaria de Organización del PSOE de Castilla y León, Ana Sánchez, ha asegurado este miércoles que la proposición de Ley de Concordia, presentada ayer por PP y Vox en las Cortes, es fruto de «la sumisión y la humillación de Mañueco a la extrema derecha». Así lo ha señalado la dirigente socialista tras conocer un texto «miserable, que exalta valores antidemocráticos«, y que a su juicio equipara «víctimas a verdugos» con el que se pretende que los representantes de los castellanos y leoneses se pronuncien en el Parlamento sobre si son «neofranquistas o demócratas». Sánchez ha recordado la moderación del anterior presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, en cuyo mandato se alcanzó el consenso en materia de memoria histórica y que ahora Mañueco «se ha cargado».
«Mañueco ha derogado todas las políticas de Herrera y este era el último consenso por quebrar», ha remachado Ana Sánchez. «¿Qué fue de aquel PP moderado?», se ha preguntado la socialista, para insistir: «¿Por qué Mañueco y el portavoz del PP repudian tanto el legado de Herrera?». En este sentido, Sánchez ha apelado al presidente nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo, para que «pare esta vergüenza» y obligue a Alfonso Fernández Mañueco a retirar esta ley que pretende «adoctrinar en términos fascistas». «¿De verdad no se le cae la cara de vergüenza a Feijóo?», ha insistido la secretaria de Organización del Partido Socialista, para recordar que «esta es la alternativa que presenta Feijóo al resto de España».
Frente a este ley, Sánchez ha añadido, que el PSOE estará como «dique de contención» y estará enfrente con «todos los mecanismos». En concreto, pedirá un informe al Consejo Consultivo y solicitar al Gobierno de España que estudie su impugnación por vulnerar la norma estatal. «Hay otra Castilla y León emprendedora, tolerante, que quiere futuro, que mira adelante y no atrás teniendo memoria cansada del yugo de caciques que llevan demasiadas décadas en el túnel del pasado«, ha concluido.
La Junta de Castilla y León defiende su nueva Ley de Concordia
Por su parte, la Junta de Castilla y León a través de su portavoz ha señalado que lo que buscan con la Ley de Concordia es precisamente, «la concordia y superar el frentismo». «Esta norma seguro que al que no le gusta es a Bildu y sus socios, que es quien ha apoyado la normativa nacional extendiendo además todo el periodo a la época incluso del Gobierno de Felipe González. La nuestra no es una norma para el enfrentamiento, la nuestra en una política de la Junta de Castilla y León para la concordia y buscar los puntos en común y superar también los problemas del pasado, entre ellos, por supuesto el esfuerzo de concordia y de rechazo a la dictadura franquista, la cercanía a las víctimas sea cual sea su origen y también construir un futuro entre todos», ha señalado Carlos Fernández Carriedo.
Carriedo también ha salido ante las críticas de la oposición por la nueva Ley de Concordia de Castilla y León asegurando que «lo bueno de una proposición de Ley a debate parlamentario es que da lugar a que los grupos opinen y puedan presentar sus posiciones, enmiendas para mejorar el texto. Tenemos que buscar los puntos de encuentro y ojalá se pueda alcanzar una posición común en el elemento central que buscamos que es doble, por un lado, la concordia y por otro el reconocimiento de los derechos de todas las víctimas sin ninguna exclusión«. La ausencia del término dictadura a lo largo del texto ha sido lo más criticado después de que los grupo parlamentario de PP y Vox en las Cortes lo presentaran y Carriedo se ha visto obligado a aclarar que «desde la Junta de Castilla y León condenamos la dictadura franquista«.