Las aguas revueltas en el PP de Valladolid parecen haberse calmado tras saltar a la palestra la mala sintonía entre el presidente del Partido Popular de Valladolid, Conrado Íscar, y la presidenta del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de la capital, Pilar del Olmo. Cabe recordar que todo explotó hace algunas semanas cuando la propia Del Olmo mostraba su malestar en una entrevista concedida a RNE donde criticaba «la falta de apoyo» del partido al trabajo que viene realizando junto a su equipo en la oposición. De hecho, llegó a desvelar que se trataba de una situación que la «desgastaba» considerándolo a su juicio «una falta de respeto». De hecho la portavoz popular en el Consistorio confirmó ante los medios de comunicación que no se volvería a presentar como candidata ni «aunque el partido me lo propusiera».
Tras el revuelo producido, ambos populares han querido firmar las paces manteniendo una reunión para abordar la polémica surgida. A través de un comunicado, el Partido Popular de Valladolid ha aclarado que «en ningún momento se han producido reuniones para llevar a cabo una posible sanción a la presidenta del Grupo Municipal», tal y como han recogido algunos medios de comunicación. De esta manera, el PP vallisoletano quiere dejar claro que «la actual dirección del partido en Valladolid apoya y valora positivamente el trabajo que realizan Pilar del Olmo y el Grupo Municipal en la oposición». Aseguran que van a continuar defendiendo los intereses de los vecinos de la capital y trabajando en construir una alternativa «seria y responsable» al alcalde Óscar Puente, que a juicio de los populares, se encuentra «más pendiente de sortear sus continuos escándalos y de mantenerse en el escalafón socialista que de solventar los problemas que afectan a la ciudad».
Finalmente, Íscar y Del Olmo han alcanzado varios acuerdos para la estabilidad del Partido Popular de Valladolid. En este sentido, se marcan como objetivo seguir teniendo presencia en la vida municipal, mantener la unidad política y mirar hacia delante «sin entrar en especulaciones» acerca de la designación de un candidato o candidata, ya que esta elección depende de la dirección nacional del partido.
