El escritor José Jiménez Lozano recibirá la Medalla de Oro de Valladolid por su «acreditada trayectoria profesional y vinculación a la ciudad»

El Ayuntamiento de Valladolid ha aprobado este martes en el Pleno una moción institucional para la concesión de Medalla de Oro de la Ciudad de Valladolid a título póstumo y de manera excepcional al escritor y periodista José Jiménez Lozano, fallecido el 9 de marzo de 2020 en Valladolid a los 89 años. Dicha moción fue propuesta por el Grupo Municipal Popular en la Junta de Portavoces que se celebró la pasada semana y finalmente ha tenido el respaldo del resto de formaciones del Consistorio vallisoletano.

El escritor abulense Jiménez Lozano recibirá a título póstumo esta distinción «por su acreditada y laureada trayectoria profesional y por su vinculación con la ciudad de Valladolid». El acuerdo en el Ayuntamiento de Valladolid se basa en instar al alcalde Óscar Puente, inicie el expediente de concesión de la Medalla de Oro en los términos previstos dentro del Reglamento de Distinciones del Ayuntamiento.

La Medalla de Oro de la Ciudad de Valladolid será un homenaje y reconocimiento más a este referente de las letras de nuestra tierra, con otros galardones como el Premio Castilla y León de las Letras, el Premio Nacional de la Crítica, el Premio Nacional de las Letras Españolas, el Premio Luca de Tena de Periodismo, la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, el Premio Nacional de Periodismo Miguel Delibes, el Premio Miguel de Cervantes de las Letras Españolas, y el Premio Cossío de Periodismo a la Trayectoria Profesional.

José Jiménez Lozano ha recibido recientemente un reconocimiento en el Centro Cultural Miguel Delibes a través de un recital de piano por parte del músico riosecano Diego Fernández Magdaleno. A lo largo de su vida y trayectoria profesional, Jiménez Lozano publicó 26 novelas, doce libros de cuentos, nueve poemarios y siete diarios y su obra ha sido traducida a diferentes idiomas como francés, alemán, italiano, inglés o islandés, entre otros.

También fue patrono de la Residencia de Estudiantes de Madrid y en 2001 en patrono del Instituto Cervantes. En 2006 fue nombrado Académico de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo. Desde 2008 fue reconocido también Doctor Honoris Causa por la Universidad Francisco de Vitoria. En 2017, también recibió la cruz Pro Ecclesia et Pontifice.