El Ayuntamiento de Valladolid aprueba el nuevo centro multiservicios de Las Catalinas

En la Junta de Gobierno celebrada hoy en el Ayuntamiento de Valladolid se ha aprobado el documento inicial del Plan Director de las Catalinas que se ha trabajado como un Plan Especial, como ha explicado el concejal de Planeamiento Urbanístico y Vivienda, Manuel Saravia, quien ha señalado que es «una parcela de tamaño amplio, con una superficie de algo más de una hectárea, y lo que se plantea por parte de los técnicos municipales en un amplísimo documento de más de 2.300 páginas, es la determinación de los futuros usos de este espacio».

En cuanto la división del espacio, Saravia ha explicado que «hay un elemento de mayor superficie, que es el del Centro de la Cultura del Vino en torno a la parte más monumental del edificio, como el claustro, los dos patios, la iglesia, la enfermería y la zona de las celdas. Otra zona más pequeña, más cercana al Archivo Municipal, será para ampliación y desarrollo de este, y también hay un elemento doble con una parte para un Centro de Personas Mayores y otro para un centro deportivo con una piscina cubierta al lado de la calle San Quirce. El elemento que cosería todas estas piezas sería el espacio libre que conforman el jardín y el huerto que tendrá viñas, plantas aromáticas o huerto tradicional». Es un proyecto que en la actualidad opta a 8 millones de euros de financiación europea.

El Monasterio de Santa Catalina de Siena fue adquirido por el Ayuntamiento atendiendo a un doble interés. Por un lado, para la recuperación de un espacio histórico que ofrece una buena imagen del Valladolid histórico, vinculada especialmente a la singularidad de la calle Santo Domingo de Guzmán. Por otro, para constituir en ese recinto un espacio dotacional, un centro integrado de equipamiento al servicio de la población.

Las actuaciones realizadas hasta ahora en la parcela se limitan a trabajos de investigación, inventario, consolidación, etc. «Pero es necesario, para completar el cuadro de actuaciones, contar con un plan de usos que, sin perjuicio de las autorizaciones de intervención que deberán resolverse en cada caso para cada nueva intervención, permita hacer del recinto un elemento nuevamente vivo», señala Saravia.

Se pretende establecer un centro integrado que se organizaría de un modo semejante al de los centros planteados en Valladolid desde el PGOU del 1998, en los que el conjunto de dotaciones necesarias para cada zona se distribuye en torno a una actividad principal, dominante, que fuese la más clara para poner en valor el carácter originario del edificio. En este sentido se ha pensado que en la instalación de un Centro de Cultura del Vino que estuviese bien imbricado en todos los espacios más característicos del convento original y su recinto. Los espacios en torno a la iglesia y el claustro se prevén destinar a las actividades culturales, pero con autonomía para acoger también otros eventos ciudadanos – no solo de la cultura del vino. Otros edificios, como el de las celdas de las monjas, que no dejan de ser anexos del convento original, se plantean también con usos vinculados a las actividades del claustro, como espacio hotelero y anexos. El huerto exterior próximo, también se prevé con usos agrícolas, que se relacionan con la vid.

Completando el espacio de la parcela, el Ayuntamiento se propone también otra serie de usos que habrán de formar parte del edificio actual y de las ampliaciones antes anunciadas. De acuerdo con las necesidades ciudadanas: por un lado, en la parte sur, la ampliación del Archivo Municipal que se encuentra casi colindante. Se aprovecha así una oportunidad que permite atender a sus necesidades de ampliación.

En la parte norte, un espacio cívico deportivo que incluya dos núcleos de actividad. Imbricado en la edificación histórica un centro dotacional cívico-social que compagine las actividades propias de los centros cívicos, habituales en otros lugares de la ciudad, con un ámbito específico para centro de día de personas mayores. El programa incluiría espacios de aulas talleres y espacios estanciales. También una serie de salas de asistencia y en continuidad con este centro un espacio deportivo propiamente dicho, que cuente con gimnasio, piscina cubierta y solárium.

Completando la distribución de estos espacios, en tercer lugar, además de los usos culturales y los dotacionales de archivo y cívico-deportivo, el espacio del huerto, que articula y singulariza esta parte del recinto. Un huerto que en este caso se implantaría con carácter didáctico. Por un lado, ya comentado, con un espacio dedicado a las viñas. Otro espacio destinado a huerto tradicional. Y puntuado, por último, con diversos lugares de aromáticas y arbustos autóctonos.