El alcalde de Valladolid, Óscar Puente, ha asegurado que «las ciudades no se pueden entender sin comercio», pero ha reconocido que hay dos modelos: el de la ciudad compacta con el comercio de proximidad como aliado principal, que da vida y seguridad, y el de la ciudad dispersa, que no favorece este tejido económico. Es «la ciudad de 15 minutos» la más apropiada, porque implica que todo esté cerca.
Óscar Puente también se ha referido a las medidas aprobadas durante la pandemia: Valladolid toma la decisión de aprobar 13 millones de euros, con 6.500 beneficiarios, con un alto porcentaje de comercio (1240). Y después están las ayudas a la digitalización. Pero todo se ha ejecutado de la mano de las asociaciones del sector, Avadeco y Fecosva. Por ejemplo, los horarios comerciales que defiende el Ayuntamiento son los mismos que los que solicitan los comerciantes: que el número de festivos abiertos sea el mínimo, en lugar de la liberalización total.
Además, el alcalde ha propugnado los cambios en la movilidad porque son obligados, irreversibles ya que buscan la sostenibilidad y la mejora de la salud. Por eso Valladolid cuenta con 155 kilómetros de carril bici, se han peatonalizado 35.000 metros cuadrados, se han implantado carriles exclusivos para el transporte público y se apuesta por la racionalización del uso del espacio público. Y en ese compromiso con los empresarios del sector el alcalde ha pedido colaboración: «Necesitamos la complicidad y comprensión del comercio para desarrollar estás políticas que serán beneficiosas para la economía local y para el bienestar de la ciudadanía».
Además, el alcalde ha anunciado la puesta en funcionamiento de un «marketplace» como sistema de venta on line que agrupe a los mercados municipales. En este sentido se está remodelando el mercado de Rondilla y el mercado de Delicias también se beneficiará de la conexión peatonal y ciclista entre el barrio y el centro por las calles Claret con Guipúzcua.