Castilla y León acogerá en 2023 la primera jornada monográfica en materia de Educación para el Desarrollo

Bajo el título ‘#DeLasCrisisSeSaleCooperando’, Santander ha acogido estos días el XV Encuentro de Comunidades Autónomas y Cooperación para el Desarrollo, en el que Castilla y León ha participado por medio del equipo de la Dirección de Acción Exterior de la Consejería de la Presidencia. Tal y como ha manifestado el director de Acción Exterior, Fernando Rubio, en las jornadas de Santander, «Castilla y León sale satisfecha de este encuentro, ya que se ha conseguido que en 2023 podamos acoger, a propuesta del resto de comunidades, el I Foro Monográfico de Comunidades Autónomas en materia de Educación para el Desarrollo y la Ciudadanía Global, y al mismo tiempo, el anticipo de la candidatura para albergar el XVII Encuentro anual de Comunidades y Cooperación en el año 2024, con la importancia que eso supone para nuestro territorio».

A este respecto, Fernando Rubio ha añadido que «el Gobierno de Alfonso Fernández Mañueco reafirma el valor y la contribución que tiene la Cooperación descentralizada de las comunidades en el marco de la cooperación española, y que en el caso de Castilla y León se materializa en un incremento muy significativo de la cuantía económica destinada a estas políticas públicas en el próximo presupuesto». Este encuentro anual tiene como objetivo intercambiar experiencias y poner en común prácticas propias en materia de cooperación para el desarrollo que permitan, desde el aprendizaje mutuo, mejorar la eficacia de la Ayuda Oficial al Desarrollo que se ejecuta desde los ámbitos autonómicos y, en general, hacer una reflexión compartida sobre las políticas públicas que se llevan a cabo desde las autonomías para luchar contra la pobreza y defender los derechos humanos en el mundo.

En ese sentido, el director ha resaltado que «el encuentro ha servido para insistir sobre el potencial de esta cooperación como una relación estable y consolidada para hacer frente a los discursos de odio, a la criminalización de la cooperación y se ha debatido la eficacia de la actuación de la cooperación descentralizada ante las situaciones de emergencia». Con estos encuentros se consolida también un espacio de coordinación permanente entre administraciones, estableciendo mecanismos concretos para impulsar un diálogo fluido y continuado entre todas las comunidades.

Este espacio de encuentro, que aún no se ha celebrado en Castilla y León en ninguna de sus ediciones, reúne cada año en un punto de la geografía española, a representantes de las instituciones autonómicas, con el propósito de analizar la situación de la cooperación descentralizada e identificar sus retos futuros, avanzando hacia un enfoque de conjunto que contribuya a las agendas globales de desarrollo, desde las particularidades y experiencias previas de cada comunidad. En esta XV edición se han abordado los retos de la ayuda humanitaria en el contexto mundial actual, haciendo también una reflexión sobre la importancia de la educación para la ciudadanía global, esfuerzos en los que deben comprometerse el conjunto de los actores de la Cooperación Española.

Fernando Rubio ha destacado que «desde la Junta de Castilla y León entendemos como un objetivo estratégico mantener una buena colaboración y coordinación con todo el sistema de cooperación estatal, así como con otras comunidades autónomas y las administraciones locales con las que podamos tener objetivos o proyectos comunes para aprovechar oportunidades que mejoren la Ayuda Oficial al Desarrollo y el impacto de nuestras intervenciones en países empobrecidos».

El encuentro ha concluido con una declaración conjunta en las que se han acordado los compromisos para avanzar en la coordinación interinstitucional entre todos los actores de la cooperación descentralizada, en un momento de crisis multinivel como el actual. Declaración a la que se añade un gesto común humanitario de todas las comunidades autónomas para dar respuesta a las necesidades alimentarias en África Subsahariana, provocada por la sequía recurrente, las malas cosechas y sobre todo el encarecimiento del precio de los alimentos y las materias primas derivado de los efectos indirectos de la guerra de Ucrania.

La Junta de Castilla y León ha contribuido con 30.000 euros a dicho gesto común en materia humanitaria, por medio de una ayuda para abordar inseguridad alimentaria en Níger, que está conduciendo a una hambruna por la escasez de grano y el impacto en los precios de los alimentos. Esa ayuda complementa el esfuerzo realizado por Castilla y León en materia de acción humanitaria en 2022 con dos ayudas concedidas para atender la crisis de Ucrania en la zona de frontera, y sendas ayudas para apoyar a la población de los campamentos de refugiados saharauis y los campamentos de desplazados en Siria. La inversión de Castilla y León en materia humanitaria ha ascendido en 2022 a 200.000 euros.